Rojo y negro son los colores que destacan en este espacio de 36 m². El arquitecto Alan Chu ha diseñado este apartamento en la ciudad de São Paulo donde combina materiales como el cemento, la madera, el cristal y la cerámica. La cocina, compartiendo espacio con el salón, está compuesta por muebles de madera que nos recuerdan a un montón de cajas de envío apiladas, por sus volúmenes entrantes y salientes y su estructura vista. Los muebles de la cocina y los del salón comparten pared y nos sorprenden con sus interiores en color rojo. El frigorífico se encarga de poner el más importante toque de color al espacio.Una pared junto a la puerta de entrada permite colocar un mueble más de almacenamiento.
La cerámica como la del metro y el cemento del suelo aportan un aire urbano al ambiente, al igual que un neón decorativo situado encima del sillón. Enfrente de la cocina se ubica el sillón de color beige, acompañado de un singular teléfono rojo de pared. El techo de la sala es de madera oscura, junto al cerramiento de la escalera en el piso superior y los muebles del salón y la cocina añaden el componente natural y orgánico a la estancia. La escalera negra de caracol es otro de los puntos claves de la decoración, ubicada en una esquina para no perder la amplitud de espacio, destaca sobre el fondo blanco cerámico.
En el piso superior nos encontramos con una barandilla de cristal que nos da paso a un austero dormitorio. Deducimos, ya que no disponemos de una foto que lo ilustre, que el baño se encuentra en el dormitorio del piso superior formando un volumen junto al armario. Este apartamento es la residencia temporal de un hombre de negocios recientemente separado, lo cual, a mi entender, explica la sobriedad de un apartamento en principio actual, urbano e informal.
¿Decoraríais este apartamento con algún vinilo decorativo?
Vía: CasaVogue