La clave de este Apartamento nórdico de 36 m2 recae en la combinación del blanco con algunas piezas de tonos vivos y el color y estampado de los cálidos tejidos empleados. Todo esto queda resaltado además por la luz natural que recive la vivienda, haciéndola más amplia y desahogada.
Maletas antiguas, un escritorio restaurado y piezas propias del diseño escandinavo se relacionan armónicamente en este pequeño espacio de aire femenino; la vivienda ideal para una joven con estilo.
A continuación os muestro la planta de distribución para que os sea más fácil comprender el espacio.