La temporada acaba de empezar, y con ella la polémica vuelve a estar al orden del día. Unos creen que la sanción fue excesiva, otros defienden que se hizo cumplir el reglamento, pero Red Bull ha hecho oídos sordos a los argumentos morales para presentar una alegación formal en la que aseveran que el sensor de la FIA era impreciso.
Paul Stoddart, jefe del equipo Minardi en el pasado, está convencido de que los de Milton Keynes ganarán el caso. Es sabido que Red Bull desconfió de los sensores de la Federación y se valió de sus propios medidores.
"Los ingenieros de Renault sabrían exactamente cuánto combustible estaba entrando al motor. Estamos hablando de equipos con presupuestos de 400 o 500 millones de dólares, tienen mejores herramientas que la FIA", ha dicho a la radio australiana 3AW.
De hecho, otra persona que resaltó la inferioridad del material de París ha sido el corresponsal del rotativo británico The Times, Kevin Eason. "En la otra esquina está la FIA, que esencialmente es una organización de aficionados con un presupuesto que apenas es una fracción del de los equipos de Fórmula 1".
Christian Horner, jefe de la formación austríaca, ha explicado que los suyos nos apelarían el veredicto de los comisarios "si no estuvieran totalmente seguros" de que tienen un caso "defendible".
"Podíamos ver una disparidad importante entre la lectura del sensor y el flujo de combustible. Esos sensores (de la FIA) han demostrado ser problemáticos. Confiamos en nuestra propia información, ya que de otro modo habríamos perdido mucha potencia", apunta a Speed Week.
Charlie Whiting, por su parte, aconsejó en repetidas ocasiones a la escudería que hiciera lo necesario para cumplir con el reglamento.
"Si hubieran hecho caso de los consejos que les dimos, no habríamos tenido este problema y ellos no habrán acabado sancionados. Si resultaba que el sensor estaba muerto, entonces las cosas serían diferentes. Pero es algo humano, porque podían hacer lo necesario para cumplir con las normas".
Red Bull dirá que el medidor de la FIA no opera correctamente, pero esa no es la opinión de Andy Cowell, jefe de motores de Mercedes, que en las últimas horas ha descrito estos sistemas como "precisos y fiables".
"Todos los equipos tienen sus propios medidores de consumo a partir de los datos de inyección. En caso de irregularidades, la FIA comparará sus valores con los del equipo. Existe una red de seguridad".
Cabe destacar que los sensores de la FIA encargados de medir el flujo de combustible triplicaban el margen de error permitido durante su fase de desarrollo, a falta de apenas tres meses para que empezara la pretemporada en Jerez de la Frontera.