Siempre que puedo hacer un post con título referencia al mundo del rock, soy muy feliz. Esta vez tomo prestado el nombre del Apetite For Destruction, de Guns and Roses, para comentar lo que NO extraño de la vida oficinal; que es el apetito por la auto destrucción que todos parecen ostentar.
Pero primero un poco de contexto.
Hace unas semanas, caminando por la calle, vi a un hombre vestido de traje y que iba a paso apresurado; hablando por teléfono, con la boca llena y en la otra mano unas galletas y una Coca-Cola.
De pronto, así como en las películas, tuve una regresión a mis días en el mundo corporativo, en donde yo también participaba del deporte oficial: sacrificarse por la empresa.
Viéndome hacia el pasado y mirando a este hombre, me di cuenta de todo lo mal que podemos llegar a estar cuando nos entregamos sin cuestionar a la vida en cualquier oficina. Comentarios como No manches, no he tenido tiempo de comer, Me quedé ayer hasta la 1 am y Mi jefe quiere que venga el domingo a las 6 am para avanzar en el Reporte TPS*, son usados casi todo el tiempo y parecería que los oficinistas están en competencia por ver quién es el mayor mártir de todos.
Y de verdad lo entiendo. Entiendo que todos queremos conservar el empleo y ciertas concesiones se deben hacer a la empresa en aras de seguir recibiendo un sueldo, pero a veces llegamos demasiado lejos y no vemos una verdad muy grande:
A la empresa no le importas.
Por más feo que esto suene, es real. Las empresas son negocios para hacer dinero, esa es su naturaleza. Y pasarán encima de cualquier persona o institución para generar más dividendos.
Y si trabajas para el gobierno es todavía peor porque te enfrentas a despliegues de poder, berrinches, corrupción y horas y horas de juntas y trabajo inútil.
Seguro, existen empresas que realmente se preocupan por el empleado, pero son una minoría y no están en países de habla hispana.
No, no estoy diciendo que debamos hacer una revolución comunista o que renunciemos en masa. Es sólo la verdad en la que está fundada nuestra civilización.
Pero está en nuestras manos cuidarnos y procurarnos una buena calidad de vida, aun cuando vayas en contra del sistema oficinal.
Acaba con el apetito por la auto destrucción con estos consejos.
1. Nada urge
No importa cuánta presión pongan encima de ti, nada urge.
En casi 20 años de vida oficinal llegué a la conclusión de que el trabajo urgente tiene una de dos naturalezas: es un despliegue de poder de tu jefe, o es producto de una muy pobre planeación.
Sin duda hay trabajo que tiene un límite de tiempo, pero si te enganchas en la urgencia de terminar, estarás desconcentrado y tu margen de error será grande.
Cuando surja un trabajo de emergencia, mantén la calma y trabaja lo mejor que puedas. Si no llegas al deadline, no fue tu culpa, sino de quien administra la carga de trabajo.
2. Come y come bien
A nadie le importa que pases más de 40 horas sin comer y no te van a canonizar por ello. Nunca dejes de comer a la hora establecida.
La hora de la comida tiene dos motivos: hacer una pausa para sacarte de la oficina para que respires un poco, y alimentarte.
Si no te alimentas no rendirás en el trabajo. Es así de simple.
Y claro, también procura comer bien. Los tacos, quesadillas y comida callejera es rápida, pero a la larga sólo te perjudicas.
3. Apaga las distracciones
Sé que parezco disco rayado, pero el celular, Twitter, Facebook y Messenger son divertidos, pero quitan mucho el tiempo e impactan la calidad de tu trabajo.
Apágalos.
4. Sal a tu hora
Necesitamos romper con la tonta concepción de quien se va tarde es más productivo. Eres productivo si te concentras en tu labor y tienes todo a tiempo.
5. Vive
Pasar hasta 12 horas en la oficina podría ser el nuevo estilo de vida. Sin embargo es tan dañino como fumar.
Busca una actividad que puedas realizar al salir del trabajo que te desconecte por completo de la vida oficinal. Puedes leer, estudiar algún idioma, practicar música o un arte marcial, ir al gimnasio, hornear pasteles y galletas… lo que sea tu pasión.
Revisa en tu interior qué es lo que más te gusta en la vida y haz lo posible por cumplirlo.
No seas un clon corporativo más. Que el trabajo sea una herramienta para una vida plena, no un grillete que devore tu alma.
¿Amas tu empresa y dejar la vida ahí? ¡Demuéstrame que estoy mal en los comentarios!
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* 10,000 Chocopuntos al que me diga la referencia.
Foto: http://www.flickr.com/photos/leiferikson01/3258843143/