Apple Piazza Liberty, Milán / Foster + Partners

Por Pallares
  • Arquitectura
  • Bia
  • obra
  • proyecto
  • vidriera
  • vidrio

Justo al lado del Corso Vittorio Emanuele, una de las calles peatonales más populares de Milán, se encuentra la Piazza Liberty de Apple con una espectacular fuente de cristal que sirve como entrada a la tienda minorista y telón de fondo de un gran anfiteatro al aire libre.

El proyecto, diseñado por Foster + Partners, está conformado por un conjunto de dos elementos fundamentales: una plaza escalonada y una fuente de particular impacto estético.

Al igual que en la Quinta Avenida de Nueva York, la tienda está situada en el sótano y es un ejemplo más de la sinergia colaborativa entre el afamado estudio de arquitectura y el equipo de diseño de Apple, dirigido por Jonathan Ive y Angela Ahrendts.

Rodeada por una plaza con escalones de piedra generosamente dispuestos, la entrada tiene un diseño impresionante en forma de cubo realizado completamente en vidrio. Este trabajo fue liderado por el ingeniero Eckersley O’Callaghan de la compañía Seele, a la que se le encargó el diseño, la fabricación y la instalación del cuboide.

La estructura acristalada tiene 12 metros de ancho, 8 metros de alto y 2,5 metros de profundidad. Para su construcción se utilizaron cuatro paneles de fachada en cada largo, un panel de fachada en cada lado corto y otro para el techo.

Cuenta con un sistema de puerta de vidrio con marco de portal de acero inoxidable, y una estructura de acero inoxidable perimetral para la conexión del suelo. Este trabajo valió el reconocimiento del premio especial Prix Versailles Exterior Award 2019 en la categoría Tiendas Comercios.

La fuente celebra las alegrías de la vida en la ciudad y encarna su naturaleza dinámica, siendo una experiencia interactiva y multisensorial. Los visitantes entran al cuboide a través de una entrada también cubierta de vidrio, envuelta por las vistas y los sonidos de los chorros de agua verticales que salpican los paneles de 8 metros de alto.

A su vez, debido a los cambios naturales de la luz, la experiencia visual muta constantemente. A lo largo del día el sol se filtra a través del agua, mientras que por la noche el techo de vidrio crea un efecto caleidoscopio que se potencia con los reflejos del agua en movimiento.

Detrás de la estructura, el anfiteatro se presenta como un nuevo centro social y una extensión al aire libre, definida por amplios escalones de piedra que descienden por debajo del nivel de calle y se abren a un escenario, respaldado por una segunda pared de vidrio y agua. Toda la zona de plaza está pavimentada con una piedra típica de Lombardía, llamada Beola Grigia, rodada por más de dos docenas de árboles.

El interior de la tienda minorista, al subsuelo de esta imponente estructura de cristal, es un espacio luminoso y monolítico, tallado en la misma piedra que la plaza de arriba. Aquí se accede mediante una escalera con escalones voladizos revestidos en acero inoxidable pulido que oficial, a la vez, de instalación de luz estructural que crea

El techo sigue el perfil escalonado del anfiteatro, con tragaluces y paneles de vidrio retroiluminados que combinan de forma innovadora la luz natural con la artificial. A través del techo y las escaleras, los rayos de sol penetran en la tienda, conectando con el ritmo frenético de la ciudad de Milán.

 
Fotos: Nigel Young
  • Arquitectura
  • Bia
  • obra
  • proyecto
  • vidriera
  • vidrio
Compartí en las redes