Oscar Wilde¿Cuantas veces has leído o te han dicho que lo primero es quererte a ti mismo? Es muy cierto que debemos amarnos a nosotros mismos para poder hacerlo con los demás. Si no sabes amarte a ti, acabarás entregando tu amor a personas que no sean dignas de él, que lo maltratarán. Pero si te quieres, nunca te permitirás ser víctima de una manipulación, ni tolerarás las traiciones o abusos de otras personas que al no quererse, solo tratan de someter con ansias de control. Cuando te rechazas, cuando te juzgas, cuando te condenas, cuando sufres, cuando te declaras culpable, cuando te maltratas, cuando te castigas, cuando te desgastas, no te amas.Ahora bien, quererse a uno mismo no es tan fácil como todos prometen: “tienes que quererte más, es que no te quieres nada…” Esa persona al escuchar tu recomendación se preguntará: “¿Y cómo me quiero?”. Hay cuatro pasos previos de los que nadie habla pero que sin trabajar en ellos, nunca llegaremos a querernos: 1. RESPETARTE. Respetarse implica poner límites a la amenaza para evitar que te invadan. Lo primero es aprender a DECIR NO: “No me gusta cuando intentas aprovecharte de mi, cuando me faltas al respeto. No tolero que nadie me maltrate verbal o emocionalmente”. Cuando no te respetas a ti mismo, sientes lástima por ti, piensas que no eres lo bastante bueno o capaz, así nadie te respetará. No es egoísmo, es amor por ti.2. ACEPTARTE. Aceptarte sencillamente como eres. Eres lo que eres, no hay más. ¿Para qué fingir lo que no eres si siempre vas a fracasar por ese camino? El rechazo de uno mismo es el principal problema, porque buscamos esa imagen de perfección que no existe y mientras no la logremos, no nos aceptaremos. El nivel de rechazo con uno mismo depende de la dureza y exigencia con la que te trataron los adultos de referencia durante tu infancia. Aunque alguien te rechace no tienes porqué rechazarte tú. Si una persona no te aprecia, otra lo hará. Concéntrate en la relación contigo mismo, a solas. Acepta tu cuerpo como sea, porque así es perfecto. Permítele ser libre para dar, para recibir. Tienes todo lo que necesitas. Mientras tú seas consciente de tu propia belleza y la aceptes, las opiniones de los demás no te afectarán en absoluto.
3. SER ÍNTEGRO. Que equivale a ser justo contigo, rechazando todo lo que sea falso, mentiroso, hipócrita. Todo lo que te aleje de la verdad. Trata de percibir la realidad tal y como es, no tal y como te gustaría que fuera. Ser íntegro implica saber activarte y volverte reactivo ante aquello que se oponga a tu sistema de valores y principios. Equivale a ser vitalista, negando cualquier cosa no favorezca la vida, la salud. Es no tragarse abusos, ni traiciones o agresiones. Es darse cada uno su lugar.
4. RECONOCERTE. Saber reconocer, sin por ello sentirte prepotente, tu valía, tu coraje, tu fortaleza. Saberte grande solo por existir, solo por ser. Valorar tus esfuerzos y premiarte por ellos huyendo de las comparaciones o de la competitividad Saber mirar dentro de ti para reconocer que te sientes orgulloso de ser humano. Avergüenzate de tantos daños como te has infringido y de tanto dolor que has permitido que te causaran y perdónate por ello. Entonces podrás reconocer tu talla y admirarte por ello. Reconocerse es ser valiente.Comienza por el primer paso. No tengas prisa. Cuando lo afiances, ve a por el segundo. No pretendas ir demasiado rápido. Nadie nos ha enseñado e incorporar nuevos conocimientos lleva su tiempo y práctica.Cuando hayas conseguido respetarte, aceptarte, ser íntegro y reconocerte, ya podrás amarte de una manera natural y auténtica, sin buscar afanosamente recibir el amor de otras personas que tampoco se quieren a si mismas.El amor que buscas se encuentra dentro de ti, los demás no tienen el amor que tú necesitas