Una vez, la madre de uno de los alumnos a los que atendía en el departamento de orientación, cuando le ofrecí las pautas que debía seguir en verano con su hijo, me dijo casi indignada: “Hombre, es que las vacaciones son para descansar.” Y tenía toda la razón, la buena mujer. Las vacaciones son para desconectar, levantarte tarde, relajarte y disfrutar. Pero eso sí, cuando PREVIAMENTE has estado trabajando.
Las vacaciones son el descanso del guerrero, el periodo para desestresarte de todos los meses anteriores en los que has estado esforzándote. Entonces, aplicando la lógica y el sentido común, si has estado de vacaciones durante los 10 largos meses que dura el curso escolar, es decir, si no has estudiado, has faltado a tus obligaciones y no te has esforzado lo más mínimo en cumplir con las tareas escolares, quizás en verano es, precisamente, cuando toca intentar ponerle remedio a la situación académica y el objetivo prioritario será aprender a estudiar.
Este post va dirigido a aquellos padres cuyos hijos han estado de vacaciones todo el curso y quieren establecer un plan de acción durante el verano.
¿Cómo remontar un curso desastroso en verano?
Y no una charla del tipo esto no puede ser… mira que notas… hay que mejorar esta situación… Toda esta palabrería seguro que la habéis estado gastando durante este curso y anteriores. Vuestro hijo sabe de sobra que no va bien. Ahora toca por fín ponerse en marcha así que la conversación tiene que ser “productiva”. Os ofrezco una recomendación acerca de los puntos sobre los que podría tratar esta charla:
- Revisión de errores
- Reflexión sobre el grado de esfuerzo realizado durante el curso
- Propuestas de mejora
- Objetivos a corto, medio y largo plazo
- Establecimiento del horario de estudio para este verano
- Explicación de normas y consecuencias (de cumplirlas o no)
Frase final de la charla: empezamos AHORA (nada de dejarlo “para mañana”)
Los chicos necesitan rutinas para adquirir hábitos y el estudio es uno de ellos. Si llevamos una vida desordenada
¿cómo pretendemos inculcarle que cada día a la misma hora debe ponerse a estudiar?
Los horarios en casa tendrán que ajustarse a los tiempos de desayuno, comida, merienda, cena, estudio, tareas de la casa (hacer la cama, ayudar a fregar platos, barrer…) y sueño. Parece que en verano los horarios se “desmadran” un poco. A menudo comemos más tarde, dormimos más… etc; pero eso no quita con que sigan habiendo rutinas estables en la vida familiar.
Los padres sois quiénes diseñais el camino que debe seguir vuestro hijo. No os olvidéis. Por mucho que ya parezca un “hombrecito” capaz de tomar decisiones, no se hace ni una idea de lo que se está jugando con el tema de los estudios. No tiene la experiencia que habéis vivido vosotros (adultos) y que sabéis de primera mano el futuro laboral que le espera si no estudia. Se lo podéis explicar y lo puede entender. Vale. Pero no os engañéis, en su mente (especialmente en el caso de los adolescentes) solo hay una premisa creíble: “A mí no me va a pasar” (fantasía de inmunidad). Sabiendo esto, sólo hay un camino posible y aunque suene feo o políticamente incorrecto es el único efectivo: OBLIGARLE.
Vosotros, los padres, tenéis que ser la figura de referencia y quién dicta las normas y hace que se cumplan. Cuando éstas se cumplan habrá reconocimiento y recompensas. Pero cuando no se cumplan habrá castigos o retirada de privilegios.
- Empezaremos por elaborar un CALENDARIO en el cual se plasmarán los objetivos establecidos en la “charla post-curso”. Calendario que estará presente siempre en la habitación dónde vaya a estar trabajando vuestro hijo (habitación ambientada con el material de estudio y sin tentaciones al alcance de su mano, como el móvil o el ordenador, TV…).
- HORARIO de estudio DIARIO priorizando tareas y asignaturas a trabajar. Daremos prioridad a las áreas instrumentales (Lengua y Matemáticas) que serán las que mayor franja horaria ocupen ¿Por qué? Porque las competencias que se adquieren con estas materias le van a valer a vuestro hijo para asimilar los contenidos de muchas otras. En cualquier asignatura es fundamental expresarse correctamente, escribir bien y entender lo que se lee (Lengua) asimismo, en las materias de la rama científica (Física, Química, Biología, Dibujo y Tecnología) es fundamental un adecuado conocimiento del área de las Matemáticas.
- REGLA DE ORO para la adquisición del hábito de estudio: los tiempos deben ir siempre DE MENOS A MÁS (empezaremos por sesiones breves en las que tenga que estar sentado trabajando e iremos incrementando el tiempo en función de la habituación del niño)
- Es imprescindible que sigáis las observaciones del INFORME FINAL DE EVALUACIÓN (adjunto al boletín de notas de junio), que ha elaborado el equipo de profesores de vuestro hijo. En el mismo se exponen los contenidos que tendrá que trabajar este verano para ponerse al día en cada materia de estudio.
- Si lo consideráis conveniente y podéis, valorad la posibilidad de procurarle un PROFESOR PARTICULAR para que le ayude a comprender los conceptos de las asignaturas en las que encuentra mayor dificultad.
- Adquisición y puesta en práctica de TÉCNICAS DE ESTUDIO. No sólo vale con abrir un libro o hacer ejercicios. El trabajo intelectual parte de un aprendizaje previo de las técnicas adecuadas que permitan hacerlo más efectivo. Si un niño no sabe estudiar, por mucho que lo tengamos sentado 5 horas al día frente al contenido a asimilar, no lo hará si no sabe cómo. Por ello es fundamental que le dediquéis un tiempo de su estudio diario al entrenamiento de las técnicas básicas de estudio, como son:
- lectura rápida
- lectura comprensiva
- subrayado
- resumen
- esquemas…
- Y todo ello partiendo de una adecuada organización del material y planificación coherente.
Es el punto clave de toda la “operación verano”. En todo momento tendréis que supervisar la actividad de vuestro hijo; es decir, que trabaja, que cumple con los horarios establecidos y que no se salta las normas.
Sé que en vacaciones no “apetece” hacer todo esto. Los padres también tenéis derecho a descansar, pero pensad que merece la pena fastidiarse un verano en pro de una mejora académica y, sobre todo, de la adquisición del hábito de estudio.
Imagino lo que estaréis pensando ahora, después de leer el post: “no es tan fácil hacer que mi hijo estudie, cuando no lo ha hecho durante un montón de tiempo”.
Y lleváis razón.
No os voy a decir que llevar a cabo estas pautas y recomendaciones es tarea sencilla. Vuestro hijo no aceptará a la primera de cambio unas normas no impuestas anteriormente. Luchará, se resistirá y posiblemente intente tácticas de chantaje emocional. Pero lo que tenéis que tener SIEMPRE presente es que en casa MANDÁIS VOSOTROS. Decidís lo que hay que hacer y cómo, pues esta es vuestra responsabilidad como adultos, como tutores y como padres. Es vuestro rol, es “lo que hay” y esto no debe ser NUNCA NEGOCIABLE.
A vuestro hijo, por el rol que desempeña por naturaleza, le toca ACATAR LAS NORMAS y CUMPLIR con ellas. Y si no cumple, como he dicho en el punto 3º, habrá consecuencias negativas al respecto. Si no estudia no hay privilegios (ordenador, consola, móvil, MP4, TV, salidas con amigos, dinero, chucherías, juegos, ropa que le guste…) Hay un sinfín de REFORZADORES con los que podéis persuadirle, para saber cuáles sólo tenéis que esperar a que vuestro hijo os pida algo.
¿Conoces más claves para aprender a estudiar ?
El post Aprender a estudiar: ¿Cómo remontar el curso en verano? aparecio primero en La sala de Espera. WebPsicólogos.