Las situaciones de estrés y ansiedad predisponen a que se sienta enojo y que éste se contenga originando una sensación de agobio que al acumularse produce una furia contenida capaz de dañar física y psicológica mente a la persona.
Aunque no es fácil poder deshacerse de estas emociones adversas, hay que hacer lo posible para deshacerse de ellas antes de que sea demasiado tarde.
Sugerencias para expresar tus sentimientos
1.- El ser capaz de dominar la comunicaciones fundamental en estos casos. “A medida que se originan los problemas lo más saludable es poder hablarlos.
No perder la oportunidad de comentar todo aquello que se considere necesario y en donde estén presentes todos los involucrados. Si no se lleva a cabo esta medida preventiva lo más seguro es que el inconveniente en cuestión se vaya trasladando y acumulando dentro de uno hasta hacer mella.
Aquellas personas que tienen problemas para exteriorizar los sentimientos negativos, también suelen manifestar inconvenientes para expresar aquello positivo”.
2.- La expresión corporal es otra de las maneras de manifestar los sentimientos y poder descargar las energías contenidas. Hábitos como la práctica del boxeo, la natación o el yoga pueden ayudar a liberar los conflictos.
“La actividad física es una excelente terapia para afrontar y descargar energía. Lo más aconsejado es poder al finalizar el día, practicar ejercicio. Los cambios se irán notando si se logra establecer una rutina”
3.- La educación es un pilar básico para lograr ser transparente y no guardar nada dentro que pese en un futuro. “No estamos acostumbrados a decir “te quiero”, ni “gracias”. Hay que aprender a exteriorizar tanto lo bueno como lo malo.
Es un hábito que se aprende y lo mejor es que este aprendizaje se efectúe desde la más temprana edad para que se genere una costumbre. Otro error que solemos cometer con los niños es decirles que no deben llorar, ni tener manifestaciones exageradas de emociones.
Esto es contraproducente ya que si desde pequeños se nos bloquea la capacidad de expresarnos, menos lo haremos de adultos”
4.- Conocerse a uno mismo. “Antes de enunciar algo hay que saber qué es exactamente lo que se quiere decir. Hay que reflexionar muy bien acerca de las palabras que se utilizarán ya que en la mayoría de las ocasiones, el enojo o la furia nublan la objetividad y la tranquilidad”
5.- Centrar la atención en el interlocutor. “Es importante que se mantenga en todo momento la calma mientras se habla con otra persona. Mientras el interlocutor habla, no hay que interrumpirlo y dejar que se exprese con libertad. Siempre es conveniente mirar a la persona a los ojos y demostrar interés por la conversación.
También es recomendable dejar la ironía de lado. La intención es poder conversar serenamente para que las sensaciones negativas se vayan evaporando de a poco”.