Ha llegado el momento de aprender a quitar la cáscara del pasado y arrojarla fuera de nuestro presente y de nuestro futuro, y poder acceder así al fruto comestible de ese mismo pasado, para que nos nutra y nos fortalezca en nuestro crecimiento hacia un auténtico nuevo futuro libre de las hipotecas, las cáscaras, del pasado.
Querido lector: deja de comer las cáscaras indigestas del pasado, de pincharte con sus espinas, y selecciona su fruto comestible, tu futuro y el de tus hijos te lo agradecerán.
Saber pelar el pasado sin pincharse con sus espinas requiere de técnicas adecuadas, que sin duda merecen ser aprendidas.