Aprender es actuar

Por Irisz
Desde los años 70 y Timothy Gallway el coaching se ha convertido en una forma de vida, un conjunto de hábitos conscientemente creados, que permiten a cualquier  individuo o grupo alcanzar lo deseado sea en la área deportiva, laboral, financiera, empresarial, social, familiar o personal. Es más que un método personalizado, es la alternativa más rápida y eficaz de aprender cómo ser autosuficiente a la hora de gobernar tu propia vida con éxito. Por eso el Coaching, como bien dice Diego Gutiérrez, es un proceso de entrenamiento-aprendizaje, que consiste en despertar el talento y los recursos de la persona para incrementar al máximo su rendimiento personal, elaborando un plan de acción, un plan de cambio con metas u objetivos y al mismo tiempo eliminando los obstáculos internos que podrían desbaratar su plan.
En mi interpretación la pregunta principal del Coaching que todo ser humano se hace o debería hacerse a diario es: ¿Cómo puedo ser mejor? Y no simplemente mejor, sino lo mejor dentro de mis propias posibilidades.
De eso se trata el coaching, es un método que se enfoca en el ser, en el mundo interior de la persona, en sus deseos y necesidades y genera un cambio desde dentro, lo que le permite no solo obtener mejores resultados, sino alcanzar la excelencia, aprovechando el deseo de permanecer en la mejora continua, que nos caracteriza a todos. La excelencia significa algo diferente para cada uno de nosotros, tu excelencia se diferencia de la mía. Ser excelente solo tiene sentido en comparación contigo mismo, no con los demás. Ser excelente equivale dar lo mejor, dar el 100% de tí como persona, como padre, madre, hijo, hermano, cuñada, suegra y por supuesto como profesional, como miembro de la sociedad y en términos globales como ser humano. Conociendo, respetando y al mismo tiempo desafiando tus límites y tu potencial.

Durante el acompañamiento del coaching se establecen objetivos, se identifican y trabajan factores limitantes y se adquieren recursos para superar obstáculos para poder “extraer” lo mejor de ti como infinito potencial humano. El coach se podría llamar catalizador del aprendizaje que posibilita actividades y planteamientos de aprendizajes difíciles de desarrollar de forma autónoma por las personas.Por eso el coaching puede marcar la diferencia entre un rendimiento bueno, que el coachee cree alcanzable y por consecuencia se siente capacitado para lograrlo y un rendimiento óptimo, de lo que jamás pensó que fuera posible alcanzar, es decir, por si mismo nunca hubiera intentado.
Para convertirnos cada día en la mejor versión de nosotros mismos, en el proceso de coaching nos apoyamos en dos conceptos fundamentales: aprendizaje y responsabilidad.
 “Aprendizaje es experiencia, todo lo demás es información”(Albert Einstein).¿Qué quiere decir esa frase?Quiere decir que estamos equivocados al querer  aprender a vivir mejor acumulando más y más información SIN APLICARLO y ser infalibles, perfectos, o sea máquinas humanas. Uno de los miedos más terribles del ser humano es no ser perfecto; sobre todo nos aterroriza que los demás descubran que no somos perfectos, que no somos lo demasiado buenos. Y por ese miedo que nos acompaña desde nuestra infancia nos cuesta tanto reconocer, que la capacidad de cometer errores es un autentico regalo, ya que cada fallo es una nueva oportunidad para aprender y es una de los requisitos de permanecer en la mejora continua. Una mala experiencia nos incentiva a esforzarnos para desarrollar alternativas diferentes, soluciones más efectivas para la próxima vez y esto se llama aprendizaje.
La mejor forma de aprender es actuar y para ello es necesario salir de nuestra zona cómoda, lo que implica tomar conciencia y  una voluntad de aprender de forma responsable.

----------------------------------------3_6_2_ Responsabilidad.A menudo asociamos la responsabilidad con el sentimiento de culpa, sin embargo el coaching interpreta la responsabilidad como una oportunidad. Oportunidad para tomar las riendas de nuestra vida, decidir lo que queremos y lo que no, cómo lo queremos y cómo no y asumir las consecuencias. Tener la decisión es poder y aunque estamos condicionados y habituados a ello, no nos conviene transferir la responsabilidad de gobernar nuestras vidas a otras personas, ni convertirnos en víctimas de las circunstancias.Saber y aceptar que tu eres el único responsable por tus actos y por consecuencia por tu propia vida, te brinda la oportunidad para cambiarla si no te gusta. Te permite hacer borrón y cuenta nueva siguiendo otra estrategia diferente o no cambiar nada y seguir viviendo como antes; tú lo decides. Pero si consientes que las circunstancias, la política, la economía, tu familia, la religión, el tiempo, la crisis, etc. ejerzan poder sobre ti, entonces eres tú mismo quien impide que ocurran cambios favorables en tu vida.  

Si te resignas ante tu resultado obtenido, responsabilizas a otros o a factores externos, esto te lleva directamente  al victimismo y al auto sabotaje.
Después de una derrota una segunda opción es analizar la situación y buscar explicaciones que de alguna manera te ayuden a comprender el por qué del resultado obtenido. Este puede ser el primer paso, sin embargo, las explicaciones se pueden convertir en justificaciones y las justificaciones te llevarán, otra vez al victimismo.
Lo que te propone el coaching es asumir la responsabilidad de lo acontecido, tomar conciencia de tu capacidad para encontrar nuevas estrategias de acción.
Todo pasa por tomar conciencia de que, independientemente de las circunstancias, puedes elegir quién vas a ser, lo que definirá que vas a hacer y qué vas a lograr.