Existen muchos paradigmas que uno no termina de superar y por lo general somos fruto de todas las limitaciones y miedos que venimos arrastrando de nuestros ancestros, parientes u allegados "con las mejores intenciones del mundo" de hacernos mejores padres o hijos.
En nuestro actual desenvolvimiento social, nos vemos inmersos en constante y veloz evolución en todos los aspectos, educativos, pedagógicos, cognoscitivos, actitudinales entre otros; los cuales contradicen mayormente el nivel de educación que le transmitamos a nuestra progenie, en relación a la recibida por nosotros (con esto no indico que hayamos sido mal educados).
La ciencia actual contradice (o ratifica científicamente) todas aquellas normas de cuidados que tenemos actualmente con nuestros bebes, es así que los famosos "Pujos, papelitos en la frente, pulseritas rojas, que las embarazadas no pueden coger al bebé", han sido temores infundados por nuestros antepasados que llegan a nuestros tiempos y perduran de generación en generación (eso es lo que se cree).
Actualmente existen una gama de profesionales en el área de la salud comprometidos con cambiar esa realidad, haciendo acorde el nivel de cuidados, con los resultados de las últimas investigaciones en el campo de la pediatría, oftalmología, medicina general entre otras áreas.
Recuerdo a una señora que me decía recientemente "Ahora los niños son mucho más despiertos que antes, en mis tiempos los dejábamos amarraditos (tipo cono de helado) y estaban tranquilos"; Es claro que a mi modo de ver la vida, la educación que recibí es la mejor y un ejemplo para seguir con mis hij@s, pero también es claro que mi pensamiento debe evolucionar y adaptarse a las actuales metodologías de cuidados pediátricos; El internet, inagotable fuente de conocimientos se muestra como un candidato ideal para conocer a fondo el padecimiento de enfermedades en nuestr@s hij@s, y un padre con conocimientos está mejor preparado para imprevistos.
Ahora puedo llevar tranquilamente mi cronograma de vacunas mediante un organizador online, puedo llevar el historial de padecimientos de mi bebe en un documento virtual (GoogleDocs), guardar su colección de fotos en un álbum de Picasa, subir sus videos a youtube y hasta posiblemente en un futuro próximo realizar una videoconferencia para que un doctor (tecnológicamente preparado) pueda realizar una consulta remota; Es tan inmenso el abanico de posibilidades actuales que al escribir sobre ello mi mente vuela muy lejos.
Conclusión: El azote y látigos son reemplazados con psicología (exceptuando pocos casos), el esperar que mi hij@ sea inteligente es reemplazado con estimulación temprana, esperar a que mi hij@ sea fuerte y sano es reemplazado con una guía nutricional, dejar que mi hij@ padezca de una enfermedad de por vida es reemplazado con controles médicos y detección temprana; lo que jamás será reemplazado es la guía espiritual que inculquemos en ellos.
Tenemos en nuestras manos la oportunidad de empezar una nueva generación menos ilusa (No creyente de Papa Noel, el ratón de los dientes, etc), más inteligente, más humana, más apta para la supervivencia, todo depende de cuanto estemos comprometidos los padres en la crianza-enseñanza de vuestros hij@s, en el desarrollo de esa anhelada sociedad más humanista, ferviente promotora de valores e incansable fuente de inspiración espiritual.