Sí lo sé, he estado desaparecida de las redes, he dejado de responder mensajes, de escribir, de ofrecer cursos e incluso interrumpí de un momento a otro el programa gratuito para desarrollar mayor abundancia que venía anunciando en mi cuenta de instagram @soyserdesarrollopersonal.
Estoy aprendiendo a superar el dolor
No puedo decir que lo siento, no puedo pedir disculpas, porque no me sale hacerlo. Realmente hice lo que sentí que quería hacer, me permití salir de todo lo que no podía sostener.
Sería incoherente. No se puede ofrecer nada ni ayudar a nadie, cuando nos sentimos devastados por nombrar solo una de las sensaciones que transité.
Algo tan simple y tan complejo como que la vida me dió a conocer un dolor que hasta ahora no había experimentado, desconocido, desgarrador, con el que hay que aprender a vivir.
Cuántas veces habré escuchado a gente muy querida y otras personas hablar del fallecimiento de un padre, madre u otro familiar o amigo muy querido...
Sin embargo, ésto es cómo digo siempre, nunca nada se puede comprender totalmente hasta que se pasa por la experiencia.
Y me ha tocado, tener hospitalizada a mi mamá a la vez que a mi papá y de modo repentino se fué...
La última vez que hablé con él fue el día de mi cumpleaños.
La fina Línea entre el Amor y el Egoísmo
Hasta que se produjo su fallecimiento, hubo un lapso de tiempo en el que era muy complicado no ser egoísta pidiendo que por favor se recupere, que no se fuera, que necesitaba compartir un poco más con él.
Mientras, su estado me hacía pensar que no era justo que estuviera pasando por sufrimiento y dolor.
Tuve decenas de personas que me arroparon a la distancia, a las que les agradezco infinitamente todo el apoyo, la compañía, la energía enviada, el estar pendiente de forma constante y me llevo eso para el resto de mi vida, tanto amor demostrado justo en un momento en que estoy lejos de todo lo conocido y de todos.
Gracias eternas!
No hace falta que nombre a nadie, cada uno de ustedes sabe. Y los que no se han enterado hasta hoy,es lógico que no pudieran acercarse a mí en ésta circunstancia.
Estas personas que estuvieron acompañándome, con sus palabras y actitudes me ayudaron mucho, porque para algunas situaciones como ésta, da igual con cuántas herramientas contemos, energéticamente no estamos fuertes para hacer frente a emociones tan intensas y variadas que nos acontecen.
Suele ocurrir y así fue en mi caso, que nos sumimos tanto en el dolor que se hace casi imposible observar la situación y apartarnos de ella sin implicación para mirar desde la consciencia.
Y ahí estuvo toda esta maravillosa gente para recordarme que no era mi decisión sino la suya, no era el plan de mi alma sino el de él y que sólo me quedaba respetar, aceptar y agradecer.
Y así fue que aunque duro, muy duro, me sirvió para sentir un cierto alivio sabiendo que no puedo ni me corresponde interferir.
Tuve miedo de no poder seguir adelante, de caer muy profundo y no desear salir, pero finalmente lo estoy consiguiendo, también con su ayuda, aunque ya no está en éste plano, gracias a su manifestación me ha resultado más fácil recuperar fuerza.
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Tantas sincronicidades, tantas cosas...
Estoy volviendo, poco a poco. Gracias a tod@s por estar, por esperarme, por las palabras, los mensajes, el amor demostrado que tanto bien me hace.
Como dice el título de este post estoy aprendiendo a superar el dolor, uno que hasta ahora no había sentido.
Dicen que el corazón no duele, pero yo no puedo estar de acuerdo con eso, nunca sentí tanto.
Te veo en todo papá, te siento en todo.
Desde aquí, desde mi tesoro SoySer, te doy GRACIAS PAPÁ, TE HONRO Y TE QUIERO INFINITO. Y TAMBIÉN A VOS MAMÁ. GRACIAS.