Hay ciertos hechos en el mundo de la difusión científica que conviene no olvidar, y más aún en la época actual en la que ante la rapidez en la difusión de contenidos, muchas veces estos pasan inadvertidos. Y un gran ejemplo, al que hemos hecho referencia en alguna ocasión, es el fraude científico iniciado en 1998 por Wakefield con un artículo que publicó Lancet sobre la relación entre autismo y vacuna triple vírica.
El artículo original fue publicado por The Lancet en febrero de 1998, y sin embargo, la misma revista se retractó del artículo en febrero de 2010 debido al sesgo de los resultados y a la manipulación de los datos recogidos. Dicho artículo reforzó el ideario de los movimientos antivacunas, dándole argumentos científicos a su oposición radical a la vacuna.
Ya que nosotros no somos expertos en este tema, os invitamos a leer este reciente artículo de Andreu Segura publicado en Gaceta Sanitaria titulado "La supuesta asociación entre la vacuna triple vírica y el autismo y el rechazo a la vacunación" en el que hace un resumen de la situación, del problema causado y de las implicaciones que tiene para la salud pública y para la prevención. Además, el British Medical Journal publicó este artículo especial al respecto.