Pues ese mueble tenía una bonita cornisa, de madera maciza, que lo remataba. Con ayuda de la maza, los alicates y mucho cuidado, conseguimos quitarla intacta. Disculpad la foto...
Nuestra idea, hacer un friso decorativo para colgar en la pared. Con su pequeña superficie de apoyo era perfecto para situar en él lienzos, fotos, marcos y demás.
Es de estos elementos decorativos que no pasan desapercibidos. Son originales, diferentes y no demasiado fáciles de conseguir. De hecho, ¡ya nos lo han quitado de las manos!
Y por último, mirad cómo hemos utilizado la moldura ovalada del mueble que tanto ha dado de sí. Advertimos que se trata de otro perchero... Amenazábamos con hacer más y helo aquí... ¡Si es que le hemos cogido gustito a la caladora! Pero no es sólo el artilugio mecánico lo que nos atrae, son estos pequeños auxiliares los que nos han cautivado, pero prometemos no aburriros con más...
Pues listo para colgar en la pared y usar estas lindas perchitas para la bisutería más variada. ¿Os gusta nuestro reciclaje íntegro?
¡Feliz fin de semana!