Recopilo en estas entrada las acuarelas que he ido pintando durante este mes de junio. Viendo la fecha veo que el ritmo es de casi una acuarela diaria, que no está mal. Hay de todo, pero principalmente lo que más me atrae: paisajes y árboles. Troncos secos, trigales, bosques, parajes de la provincia de Albacete, Ciudad Real, Alicante y Valencia.
Sería demasiado largo explicar una por una, además de que no necesitan de comentarios porque se hicieron con mis materiales de costumbre. Son reconocibles los veres vegija y de jade, los azules de cobalto, lapis, como el smalt y el lavender, más cálidos y cercanos al morado. El azul intenso de sodalita, algunas veces el índigo. Como morados utilizo Carbozole y amatista, también de Daniel Smith. Los cadmnios aparecen en los trigales, matizados con quinacridonas gold. La gama de ocres es amplia y ya la expliqué con detalle en una entrada monográfica anterior.
Los papeles van cambiando, pues voy apurando blocs y hojas que tengo desde hace tiempo. Desde los restos que me quedan de Garzapapel, hasta el ARches de grano fino o satinado, pasando por blocs de Hahnemhüle, hojas de Sanders Waterford... Un catacaldos.
Igual me ocurre con los pinceles. Unos de marta, rusos o de Escoda. Muchos chinos, de esos con poco nervio y mechón suave. Toman mucha agua y mantienen la forma, no rebotan y quedan tordidos, como los dejó la última pincelada. Eso les afila la punta y los hace muy adecuados para pintar hojas y otros detalles. Paletinas chinas, anchas y adecuadas para cielos y suelos, aunque de perfil sacan filo y prácticamente se puede pintar toda la acuarela con una de ellas. Y poco más.