María, una mujer de poco más de treinta años, con un hijo adolescente y una vida cómoda en Madrid, se ve «obligada» a pasar las vacaciones de verano en el pueblo de su exmarido. Y no es que le haga mucha gracia… Un día, perdida en la sierra, encuentra una rustica cabaña de madera en un claro del bosque. Junto a ella hay un pequeño cercado con dos caballos; incapaz de resistir la curiosidad, se acerca para recrearse en sus movimientos sin saber que ella misma está siendo observada. A partir de ese momento todo su mundo dará un giro radical. Todo en lo que cree cambiará a manos de un desconocido que no permite que le vea la cara mientras le ordena, susurrante, que haga lo que jamás se atrevió a hacer. ¿Lo hará? ¿Se dejará llevar por las palabras encendidas, las caricias ocultas y la pasión prohibida de un hombre al que ni siquiera puede verle el rostro?
Como bien sabéis Noelia Amarillo es una autora de erótica, con lo cual cuando te sumerges dentro de una de sus novelas sabes a ciencia cierta lo que te vas a encontrar. La verdad es que me ha sorprendido muy gratamente, acostumbrada a leer últimamente más de lo mismo en lo que a este género se trata, la autora me ha aportado un aire fresco y renovado que me ha hecho vivir esta historia de una manera totalmente diferente.
Me ha encantado la naturalidad con la que la autora se mueve tanto en las escenas como a la hora de transmitir al lector. Sobre todo me ha cautivado el ambiente donde se envuelve toda la relación, rodeados de viñas, caballos y montes. Creo que tanta ciudad, hombre adinerado y demás ya está bastante visto, y la autora con el toque de monte y pueblo ha conseguido dar el broche final a esta maravillosa historia.
María es una mujer que ha a veces me ha gustado y entras no tanto la verdad. Y es que a pesar de haber pasado por una etapa de su vida no muy buena, no entiendo su manera de actuar en muchas ocasiones.
Las riendas cayeron flojas sobre la cruz de Negro cuando Caleb las soltó, olvidándose de todo lo que le rodeaba. De todo excepto de la mujer que era su sueño, su vida, su mundo entero, María.
Caleb ha conseguido cautivarme desde el primer momento. El a diferencia de ella tiene las cosas muy claras y quiere luchar en todo momento por lo que de verdad necesita. Y poco a poco nos va demostrando su lado tierno, protector y cariñoso que hacía años anhelaba demostrar.
Quiero destacar sin duda alguno de los personajes secundarios de esta historia a los cuales les he cogido especial cariño. Abel sin duda es un viejecito encantador, con el que he reído muchísimo con cada una de sus ocurrencias. Andres hijo de María también ha dado bastante juego a la misma siendo participe con Andres y Caleb de muchas encerronas.
En definitiva, una historia sensual, pasional y muy ardiente que te hará disfrutar de esta maravillosa autora. Me ha sorprendido muy gratamente, no solamente por sus escenas y la forma en las que la narra la autora, si no porque detrás de toda la trama se esconde algo más que sexo.