¿Desde qué perspectiva estás mirando?
Branding y Arte pujan por construir el mensaje y transmitirlo de forma correcta. Son conscientes de sus capacidades y de los vínculos que hay que manejar para obtener objetivos comunes de alto rendimiento.
Cuando examinamos la marca corporativa de una empresa, no percibimos en ella forma o color alguno que nos permita confirmar su existencia. Y sin embargo, tampoco podemos decir que no exista, ya que continuamente nos surgen pensamientos dispares relacionándola con su concepto.
En cambio, si entramos dentro del ámbito de Arte, este, nos acerca sensorialmente a un cúmulo organizado de registros, de matices que recoge de la materia de los elementos que la constituyen y atraviesa nuestros sentidos otorgándole forma a las ideas.
De este modo, logramos plasmar esas cualidades percibidas en categorías adecuadas. Además, no sólo del material recibimos su discurso, sino que el mundo que abordamos al contemplar, sea una marca, sea una obra de arte, reúne la atmósfera, las luces, las sombras, las actitudes, etc, que nos dan significado a través de la inmediatez de nuestros sentidos y sentimientos.
La tendencia artística que coloca el acento no en la realidad objetiva de la obra de arte, es decir, en su concreción física o material, sino en sus planteamientos teóricos o conceptuales, es el Arte Conceptual, de la idea o de la Información.
Por ello, al observar la silla muda de Van Gogh, transcribimos el objeto, la peana, no obstante, cuando no está ocupada, la ocupa la ausencia, el vacío, esa silla hace tiempo que ha sido desalojada, abandonada, entonces, la silla comienza a hablar cuando ya nadie se sienta en ella, y habla más alto y más claro si cabe cuando ya nadie la posee.