Atraído por su luz, paso a formar parte de la ciudad de Los Ángeles, aunque hoy reconoce que su vida está lejos de los dramas urbanos, de trafico frustante y desorden social.
Gehry a conseguido que su obra sea reconocida en todo el mundo. Es un arquitecto de extremos y con personalidad propia, su arquitectura es evolutiva y dinámica. Ha sido capaz de renovarse, sin encasillarse en un estilo propio y sin necesidad de llevar sus directrices al límite de la sobre explotación.
Entre las ciudades fetiche para desarrollar sus trabajos se encuentran París, Nueva York o Londres, también le encanta España pero debido a la crisis, hace tiempo que no le llega ningún encargo interesante de ninguno de estos lugares.
De su cabeza no paran de surgir ideas fantasticas, lo que posiblemente le haya llevado a ser llamado el mejor arquitecto del mundo actual...
Por Mario Ortega Pascual