Hoy nos desplazamos hasta Andalucía para mostraros la promoción de 25 viviendas que A-cero ha diseñado en el municipio gaditano de San Enrique de Guadiaro, un pequeño pueblo situado junto a la exclusiva urbanización Sotogrande.
Se trata de un conjunto de 16 adosados y 9 casas individuales, que destacan por el juego vertical de volúmenes cúbicos que componen sus estructuras. Un diseño de líneas limpias y formas dinámicas de acuerdo al estilo propio de A-cero.
Los adosados constan de 300m2 construidos distribuidos entre sótano, nivel de acceso, primera planta y cubierta. La verticalidad de su estructura constructiva permite el acceso desde el exterior por dos niveles: por el garaje (semi-cubierto con una pérgola) que da paso a la zona de servicio, al lavadero y a la despensa-trastero, y por la planta baja a través a de unas escaleras exteriores.
Los dos dormitorios de la vivienda se encuentran en la primera planta con sus respectivos baños.
Además, la cubierta se ha aprovechado para instalar una pequeña piscina y una zona chill-out dadas las buenas condiciones climáticas que ofreces esta zona durante prácticamente todo el año.
Por su parte, las casas individuales constan aproximadamente de una superficie construida de 320m2 y se han desarrollado en tres plantas (bajo, primera planta y cubierta).
En el nivel de acceso se localiza el salón-comedor con acceso al porche, un aseo de cortesía, la cocina y dos dormitorios con sus respectivos cuartos de baño. La planta superior incluye tres dormitorios más en suite y un porche. Por último, en la cubierta se ha instalado una terraza semicubierta y un solarium.
En ambos tipos de construcciones se ha buscado rentabilizar al máximo el espacio para convertir unas viviendas de dimensiones no excesivamente grandes en espacios amplios y luminosos, principalmente mediante grandes ventanas y cristaleras que conecten con el exterior.
La decoración elegida es limpia y discreta. Se ha optado por elementos con tonos neutros como es el caso de las tapicerías, alfombras y acabados en tonos beige, blancos rotos y marrones suaves, combinados con algún toque de color como las sillas rojas “pantom” del comedor.
Una opción residencial de diseño y calidad para disfrutar durante todo el año del ambiente tranquilo y la inigualable luz de Cádiz.