Es verano declarado, época de aligerar todo lo aligerable y despojarnos de todo lo que sobra: ropa, paredes y preocupaciones. Es época de estar en la calle, y disfrutar de arquitecturas “frescas”, como éstas que os mostramos.
Por ejemplo, podrías cruzar este puente único, el Saut de Saine: una serie de camas elásticas en salvavidas gigantes, y llegar al otro lado del río como recién salido de un parque de atracciones.
zundelcristea.com
La firma de arquitectos Atelier Zündel Cristea es la responsable: propone que los peatones crucen el puente rebotando, en lugar de caminando. Tiene 30 metros de anchura y está instalado cerca del puente Bir-Hakeim, en París, en relación directa con la Torre Eiffel.
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Los creadores pretenden un efecto visual similar: que la gente pueda ver en su salto todo París, y de paso proporcionar una experiencia de felicidad a la ciudad.
La misma firma ha instalado el Peace Pavilion en Museum Gardens, Londres. Tranquilidad, belleza, paz, simbolizadas en una construcción de altísimo valor estético, y que transmite todo eso a quienes se acercan.
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Es una estructura aparentemente complicada pero que surge de la simple geometría, desenvolviéndose simétrica y fluidamente. Arquitectura hinchable y disfrutable con cada sentido.
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Estos valores de armonía, amabilidad, pureza, se transmiten en el mismo movimiento de entrar y salir de la escultura, y el espectador los percibe.
Snarkitecture creó esta fachada hinchable para un pabellón en la Design Miami Fair.
Foto por Deezen
Con su Drift Pavilion, además de proporcionar una zona sombreada para el público, la firma pretende que los objetos tengan comportamientos que no son los habituales, y que hagan cosas inesperadas.
Foto por Deezen
Unas simples “salchichas” de vinilo, colocadas a diferentes niveles creando una especie de horizonte invertido. Es arquitectura, es hinchable y es sorprendente.
Los holandeses Overtreders W diseñaron The Roof That Goes Up in Smoke.
overtreders-w.nl
Como su propio nombre explica, se trata de un techo sobre un merendero: la estufa de la construcción se encarga de hincharlo con el aire caliente que genera. Se ilumina por la noche, y el grupo puede seguir con su reunión sin pasar frío y con la comida a punto.
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Esta instalación se inventó para la celebración de Todos los Santos, y fue colocada en varias poblaciones del sur de Holanda.
Pont de Singe significa “puente del mono”, y Oliver Grossetête lo diseñó para Tatton Park, al noroeste de Inglaterra. Concretamente para flotar sobre el lago de su Jardín Japonés, donde expresa libertad, poesía, ensoñación… en contraste con el árido día a día.
Foto por Olivier Grossetête
Está concebido y construido para simbolizar y encantar, no para ser útil, pero es capaz de resistir el peso de una persona.
Foto por Olivier Grossetête
Cruzarlo ha de ser, literalmente, caminar sostenido por nada más que el aire.