Por primera vez, las arritmias (actividades eléctricas anormales del corazón) han sido las protagonistas del Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, por delante de los infartos. Nuevos fármacos y aparatos de última generación mejorarán la vida de cada vez más pacientes.Mientras, la fibrilación auricular es, no sólo la más habitual, con seis millones de personas sólo en Europa –que se espera que se dupliquen en 50 años– sino la que más gastos ocasiona (desde los 6.000 hasta los 30.000 euros al año por paciente según país). Sus síntomas van desde las palpitaciones y mareos hasta la dificultad para respirar y puede desencadenar fallos cardiacos, además de ser la arritmia que más hospitalizaciones causa (casi el 60 por ciento del gasto).
Durante las jornadas se presentaron interesantes datos sobre el Rhythm-AF (Regsitro Internacional sobre Cardioversión en la Fibrilación Auricular) de MSD, que revelan las diferencias a la hora de afrontar la patología. De los 3.943 pacientes de 10 países (Italia, España, Polonia, Brasil, Australia, entre otros) hospitalizados y sometidos a cardioversión –devolver el corazón a ritmos normales– casi dos tercios, la mayoría provenientes de urgencias y unidades de cardiología, fueron sujetos a cardioversión eléctrica (A la cabeza, Suecia con un 96 por ciento), mientras que su versión farmacológica fue más habitual en España (94 por ciento).
«Son dos maneras de llegar al mismo punto; En España, en general, con fármacos se reduce la espera del paciente; desaparece el tiempo de organizar la anestesia, aunque la técnica depende del hospital y de la llegada del paciente por consulta o por urgencias», explica Alfonso Martín, del Hospital Universitario Severo Ochoa de Madrid. Los expertos coinciden en que no hay un método mejor y en que «no está claro el motivo de las diferencias», explica John Camm, profesor de Cardiología clínica de la Universidad St. George de Londres. También consideraron un buen punto de partida registros como éste para seguir trabajando en los tratamientos y minimizar los costes de hospitalización reduciendo los tiempos de recuperación.
-Estilo de vida y dieta sanos
La mayoría de los estudios presentados inciden en la importancia de un estilo de vida y una dieta sanos. Según un estudio de la Universidad de Cambridge comer chocolate, gracias a sus cualidades antioxidantes, antiinflamatorias o a que mejora la sensibilidad a la insulina, es bueno para el corazón. Otro estudio realizado en Copenhague entre ciclistas concluye que la intensidad del ejercicio es más importante que su duración contra una muerte por enfermedad coronaria (cuatro o cinco años más de vida para mujeres y hombres respectivamente). Incluso ver películas cómicas expande los vasos sanguíneos hasta el 50 por ciento según un estudio de la Universidad de Maryland.
**Publicado en "LA RAZON"