La elegancia es la misma, mesas redondas, amplias, con largos manteles de hilo y servicio atento. Camareros de lujo preocupados continuamente del cliente. La carta es amplia y surtida, la habitual y típica de este tipo de locales pero algo más cara. Con mucha variedad y alguna sorpresa con carpaccio de gamba o atún de zorra en salazón, sopa de la Villa, carnes al horno de brasa y las verdaderas especialidades: los pescados KM0 (dentón, rapito o gallineta) y los arroces. Además de carta se puede pedir menú degustación.
Hay infinidad de variedades de arroces. Además de las tradicionales paellas mixtas o de marisco te puedes encontrar variedades como estás: Arroz con Magro, Caldero de Pescado al Estilo Marinero, Arròs Brut, Arroz Vilero con Conejo, Arròs Caldòs con Salmonete, Arroz con Bacalao y Coliflor, Arroz Meloso con Rape y Gambas, Arroz con Gallo San Pedro y Ajos Tiernos.
Nosotros nos decantamos por el tradicional arroz a banda y para amenizar la espera una deliciosa Ensaladilla de quisquillas y rapé que nos recomendaron los camareros. Y con razón!
Luego una sepia a la plancha. Sepietas pequeñas, riquísimas. A 12 euros, tanto la sepia como la ensaladilla. Ya os comenté que la carta tiene algún toque un poco más caro de lo habitual.
El arroz estaba muy bien. La ración correcta y con toque inicial que parecía soso pero, como pasa a veces, va ganando en sabor a medida que lo pruebas pero sin llegar a ser intenso. A mi gusto le faltaba algo de sabor y solo ganaba cuando se le ponía ali-oli. La ración, por personas, a 14,5€
Los postres, soberbios y originales. La carta de Mario Pardial tiene pequeñas obras de arte como "La maceta" que es Gelee de Café, Cremoso de Mantequilla Tostada, Mousse de Café Capuccino y "Tierra" de café salada o los que nosotros probamos: ROCHERD GOLD (Cremoso de Avellana, Mouse de Chocolate, Leche y Crujiente en su interior) y LA MILHOJA (Milhoja Caramelizada con Crema y Helado).
Completamos la comida con un sorbete de mandarina de secano y un café bombón que junto con una botella de Marina Alta (15,5€), dos refrescos, una de agua y el pan (que lo sumo porque a lo tonto son más de 11 euros) llevó la cuenta, para cuatro comensales y un niño de 3 años a 136,3€