Algunos lo han tenido fácil pues no era la primera vez que se enfrentaban a la madera como superficie de trabajo. Aunque eso no lo devalúa, al contrario, ha permitido que el resultado final brille doblemente. Otros, en cambio, han ido más allá de la siempre efectiva ilustración y se han lanzado a un tipo de personalización exhaustiva, con tallas y otros tratamientos atípicos. La cuestión es que Reskate, aparte de un disfrute multidisciplinar, es una magnífica radiografía del panorama artístico nacional, o al menos, de su cara más comercial, joven y exportable.
Berto Martínez, Cristian G. Castellón, Pau Bonet, Nil Bartolozzi, Maria López, Anna Rubio, Mademoiselle Chloé y Aida González Subirà son solo algunos de los “rescatadores” que han participado en el proyecto, más de 30 en total que, gracias al éxito obtenido, abren la posibilidad de una segunda edición. Hasta entonces, las obras presentadas (porque aunque estén disfrazadas de tablas son obras de arte) se podrán disfrutar en el amplio espacio de la Pantocrator Gallery, “La Pan”, una galería cuyas últimas propuestas están consiguiendo que me pregunte con cierta expectación qué será lo siguiente. Y eso, naturalmente, es bueno.