Y Rosario es un buen ejemplo de ciudad-arte. Ya sea en la mayoría de los barrios del centro, en las plazas, cerca de los monumentos más emblemáticos de la ciudad o bien en los cuidados jardines que ofician de pulmones urbanos, siempre es posible encontrarse con muestras de arte callejero, pintadas, collages o, incluso, pinturas de prestigiosos artistas que no dudaron en plasmar sus obras en las paredes y medianeras de edificios, exponiéndolos a la vista de los transeúntes que por allí pasan.
Estas persianas de un local de la Calle Córdoba aparecen intervenidas por quienes llevan a cabo arte callejero.
Caricatura de un local de la Calle Córdoba
La mujer de tres pechos es una de las pinturas que más llaman la atención cerca del Parque de España frente al Paraná
Rara publicidad de la obra teatral "Maté a un tipo", un éxito del teatro under rosarino
Pintada en el portón de un taller mecánico de la zona del centro de la ciudad
En Rosario también lo esencial es invisible a los ojos
Crítica a la cultura de masas realizada por un grupo de artistas performáticos rosarinos
Crítica burlona a la figura de Blondie, aludiendo a algunas adicciones que tuvo a lo largo de su vida.
El vendedor chino de los saqueos del 2001 seguro nunca pensó que con su llanto terminaría siendo una obra de arte
Pastiche pop en la entrada de un viejo local abandonado y actualmente usurpado por Okupas
Choque de culturas en una pared del centro: Don Quijote y Martín Fierro toman mate y vivan a Evita
Fachada de un bar frente a la Plaza donde se encuentra el mural al Che Guevara