Jueves, 16 de Junio de 2011 17:57
Alcides Rivera Hernández
Aunque Alcides Rivera Hernández, no nació en este pedacito de la costa centro norte de Cuba, llamado Caibarién, desde hace un par de años decidió que esta será su base definitiva para repartir el arte que como escultor brota de sus manos a la piedra.
Hace tiempo decidió por la escultura ambiental, dice que es la manera de tener más público que aprecie su obra, así podemos ver esculturas suyas en diversos materiales: piedra natural o artificial, madera y metales reciclados, hormigón… pero, por supuesto, prefiere el mármol, material ideal para los de su oficio por la belleza y las posibilidades para expresar el arte; mientras que las técnicas van desde talla directa a terracotas y modelado; siempre con excelente calidad.
Las obras escultóricas de Alcides Rivera Hernández pueden verse en Ciego de Ávila, en el complejo de piscinas Baraguá de la capital del país, en numerosos hoteles de Varadero, también en Cayo Coco y Holguín y en la ciudad de Santa Clara, donde se reconocen las instaladas en el centro recreativo cultural El Bosque, el zoológico, el Instituto Superior de Cultura Física, las escuelas de Arte y la Universidad de Ciencias Médicas.
Nació el 24 de septiembre de 1952, en Santiago de las Vegas, La Habana, y es graduado de la Escuela Leopoldo Romañach de Santa Clara, de la Escuela Nacional de Arte en 1972 y Licenciado en Escultura y Dibujo del ISA.
Ha expuesto y obtenido premios en salones de profesores de la ENA y de San Alejandro, exposiciones y eventos convocados por instalaciones turísticas, salones de la ciudad de La Habana, y otros de Villa Clara. Es miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, UNEAC, y miembro fundador de la Comisión Asesora para el Desarrollo de la Escultura Monumental y Ambiental (CODEMA), surgida en 1980.
Con semejante trayectoria, llama la atención que decidiera instalarse definitivamente en la ciudad de Caibarién, argumenta que encuentra múltiples plazas y constante inspiración para la escultura ambiental, de ahí que conciba proyectos que cambiarán la imagen de lugares importantes, los más llamativos resultan Arte en la Roca y un monumento funerario en el cementerio local que honrará y guardará los restos del trovador Manuel Corona, su musa inspiradora Longina O´Farrill y otras personalidades de la cultura y la historia de la localidad.
¿Qué es el proyecto Arte en la Roca?
Pues se trata de un taller al que de inicio ingresarán diez caibarienenses con aptitudes para la escultura y recibirán instrucciones de Alcides Rivera sobre técnicas para poder realizarla; las obras en piedra procedente de las canteras cercanas a Caibarién, quedarán situadas en el área de la Playa y otros lugares de la costa. Cada año un nuevo grupo de talleristas, a la par que aprende, dejará sus piezas como ornamento en el balneario visitado por la mayoría de los habitantes del centro de Cuba.
Arte en la Roca se suma a la iniciativa de los artistas de Caibarién para incidir en la imagen de la ciudad, donde existen otros proyectos loables como Ciudad Jardín de la pintora Madelín Pérez Noa que tiene en el evento Por la costa su logro más reciente.