En cartón, papel, artesanal o en imprenta. Con detalles o sobrios, a colores o en escalas de grises.
Rectangulares o de múltiples formas.Los márcapáginas o bookmarks son parte del día a día de los amantes de la lectura. Hay quienes prefieren doblar la página donde dejaron la lectura (¡no lo hagas, los libros tienen vida propia!) o toman lo que tiene a la mano para no olvidarde la página exacta en la que se quedaron antes de caer en lo brazos de Morfeo. Algunos confían en su memoria y otros tantos lo apuntan en el primer lugar que tienen a la mano. Sea cual sea el caso, no se puede negar que los marcapáginas son un elemento casi tan apreciado como el libro mismo, más aun si sigue el mismo diseño de la novela en cuyas páginas reposará, impaciente por seguir avanzando.
Buscando en la web he dado con unos marcapáginas muy monos, basados en una idea novedosa y atrayente propuesta por la librería alemana Felix Jud: han tomado los clásicos de siempre - como Moby Dick, Sueño de una noche de verano, La Metamorfosis o el entrañable Don Quijote - y han creado marcapáginas de acuerdo a la historia. Si colocamos uno por cada capítulo y en el orden preciso ¡voilà! tenemos la historia recreada en pedacitos de cartón que van a juego con lo libros ¿no les parece una idea genial? Clic, clic, clic en las imágenes para verlas en mayor tamaño ¡les va a encantar!
¿Qué les ha parecido? ¿No quieren un par de ellos para decorar sus clásicos? Ojalá las editoriales que publiquen en español se animen a sacar libros con este tipo de marcapáginas ¡quedan genial con los libros! La única pega que le veo es cuando uno quiere andar por ahí exhibiéndolo puede resultar incómodo debido al tamaño (libro + marcapáginas decorativo sobresaliendo). Dicho sea de paso, ¿qué libros (clásicos o no) les gustaría que tuvieran este tipo de bookmarks?
Un beso, ¡nos leemos en la siguiente entrada!
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