Diagnosticar la AR puede tomar tiempo y puede requerir muchas pruebas de laboratorio para confirmar los resultados de los ensayos clínicos. Su médico usará varias herramientas para diagnosticar la AR.
Primero, su médico le preguntará acerca de sus síntomas y el historial de la enfermedad. También realizará un examen físico de sus articulaciones. Esto incluye el examen de la hinchazón y el enrojecimiento y la prueba de los reflejos y la fuerza muscular. Su médico también tocará las articulaciones para controlar el calor y la sensibilidad. Si sospecha de artritis reumatoide, pueden derivarlo a un reumatólogo.
Dado que ninguna prueba puede confirmar, a priori, el diagnóstico de AR, su médico o reumatólogo puede usar diferentes tipos de pruebas.
Puede ser necesario practicar un análisis de sangre. El mismo persigue la detección de ciertas sustancias, como anticuerpos, o verificar el nivel de ciertas sustancias, como los reactantes de fase aguda, que se elevan durante la inflamación. Estos pueden ser síntomas de AR y ayudan a respaldar el diagnóstico.
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