La blogosfera sanitaria aporta interesantes novedades y actualizaciones terapéuticas. Si eres selectivo puedes aprender mucho de otros profesionales, te puedes enterar de las novedades la misma mañana y usarlas con otros compañeros médicos para aprender un poco durante la pausa del café (por ejemplo, como ha pasado con la Rosiglitazona).
Sin embargo, dicha tutora, que tiene ya bastantes tablas formando médicos, me hizo un comentario que me sorprendió: Vale, los blogs pueden estar bien para actualizarse, ¿pero te has parado a estudiar las cosas básicas en los últimos días?
Le confesé la verdad. No.
Otro de mis tutores (a veces me siento como "la falsa monea", sobre todo cuando hay vacaciones o salientes de guardia) fue un poco más allá. Te puedes pasar dos horas "bicheando en la internet". Pero una vez que has terminado, ¿cuánto de lo que has visto piensas que te ha servido de verdad? Podrías haber utilizado ese tiempo para estudiar las fracturas de fémur, que seguro que ya se te han olvidado.
Por usar un ejemplo cercano, os propondré un símil bastante útil. Imagina que hace tiempo hacías algún deporte, como Artes Marciales. Bien, hubo un momento donde llegaste a cotas de dominio donde te sentías orgulloso de tu nivel. Sin embargo, debido a cualquier motivo empezaste a dejar de hacer ese deporte. Los exámenes, la familia, una lesión, incompatibilidad horaria, lo que sea.
Cuando no practicas un deporte empiezas a anquilosarte poco a poco. Al principio apenas lo notas. Más adelante intentas hacer algún movimiento por simple diversión, y resulta que no llegas a las cotas de antes. De hecho, te llegas a asombrar de no recordar hacer algo que antes para ti era prácticamente como respirar. Incluso las cosas más básicas pueden llegar a olvidarse.
También hay problemas a la hora de volver al ring. No puedes actuar como si no hubieses pasado tiempo en el banquillo. O pensar el típico "sólo he perdido algo de velocidad o masa muscular". No. Si has estado en el banquillo te has enfriado, y se debe volver a entrenar para recuperar la forma perdida.
Tal vez por eso decidí empezar Kenpo en lugar de continuar mis estudios de Judo. Hubiera debido pasar tres años de mantenimiento antes de examinarme del siguiente cinturón. Sinceramente, me estoy divirtiendo como un niño. Pero después de la última clase me dolían tanto los músculos que tardé casi dos horas en conciliar el sueño. En fin, mañana tengo guardia.
Os dejo un vídeo muestra cortito de kenpo, y os animo a practicarlo si estáis buscando empezar algún arte marcial. Espero hablar más del tema en próximas entradas.