Asesinos de niños confesos

Por Pedsocial @Pedsocial

A veces las noticias se amontonan para poner en evidencia lo disparatada que es la realidad, lo terrible de la maldad humana y, también, la desidia de unos y otros.

Mientras que 200 pediatras, educadores y padres se reunían en Lleida para hablar de niños y Tecnologías de la Información y Comunicación , se desarrollaba en una población del sureste de la península una tragedia en tres actos con todos los ingredientes de la truculencia, el horror y la impotencia.

Un individuo adulto encaprichado de una niña, después de haber abusado de ella, acaba matándola, asesinando de paso a otro paisano y termina suicidándose cuando estaba rodeado por la policía.

Lo peor es que, como el título de la genial novela de Gabo Garcia Márquez, se trata de la historia de una muerte anunciada. La relación del asesino con su víctima databa de hacía tiempo, era conocida por familia y vecinos, habían existido amenazas e, incluso, había mediado una actuación judicial sobre un acta notarial de voluntariedad por parte de la menor.

Por las noticias de los medios aún no conocemos bien todos los entresijos de la tragedia. Pero lo que resulta evidente es la incuria y pasividad de todos aquellos que tuvieron constancia de la relación de la menor y el adulto. Y sin exclusiones: padres, familia, vecinos, autoridades, TODOS le han fallado a Almudena, la primera víctima, de cuya breve vida pronto no quedará recuerdo.

Para mi juicio y a pesar de la muerte del perpetrador de los hechos luctuosos, hay más que motivos para proceder judicialmente y de oficio contra todos los que conociendo los antecedentes no actuaron.

La protección de los menores es una cosa de todos y cada uno. Inexcusablemente.

X. Allué (Editor)