Además, el toro que preside el Red Bull Ring fue objeto de las 'gamberradas' de los equipos, en este caso de Mercedes, ya que el astado apareció el domingo por la tarde con un colgante de la estrella de la marca.
Sin embargo, menos joviales han sido los problemas con las reservas de los hoteles donde el personal de Mercedes se hospedaba, debido a que supuestamente Red Bull canceló esas habitaciones para alojar a su gente o cuando los abogados de Mercedes instaron a la FIA de prohibir la participación de Red Bull durante tres carreras por la controversia con el flujo de combustible a principios de temporada.
Es evidente toda esta situación ha afectado a la relación entre los jefes austriacos de las respectivas escuderías, Helmut Marko y Toto Wolff. De hecho, el directo de Mercedes confirmó a News que la pareja no están en condiciones de hablar.
"No, no nos hablamos", confirmó Wolff. "En su papel, él no es sólo un punto de contacto para mí y, por tanto, no hay razón para que hablemos el uno con el otro".
"'Odiarnos' sería demasiado emocional", insistió Wolff. "Somos rivales en la pista, ése es nuestro trabajo y es importante que obtengamos el mayor éxito posible. Yo respeto el equipo Red Bull", añadió. "Sin embargo, la vida es demasiado corta para beber vino malo".