El joven aparece con un escueto bañador en una playa, feliz, nadando, pero un sufre un cómico -y doloroso- accidente, momento en el que se recuerda la importancia de llevar consigo la tarjeta que puede "servirle para ahorrarse tiempo, dinero y molestias si enferma o se lesiona en el extranjero", según explica la CE.
La Tarjeta facilita el acceso a la atención sanitaria para los ciudadanos de los veintisiete Estados miembros de la Unión Europea, así como de Islandia, Liechtenstein, Noruega o Suiza, durante los viajes temporales a alguno de estos países.
Garantiza el mismo acceso a los servicios de la sanidad pública que las personas aseguradas en el país que visitan, y si tienen que ser atendidos en un país donde se cobra el tratamiento, estos gastos serán reembolsados allí mismo o a su regreso. La idea, dicen desde Bruselas, es que se proporcionen al paciente los cuidados que necesita para no interrumpir su estancia.
Para solicitarla hay que estar asegurado o cubierto por un sistema estatal de seguridad social de cualquier país de la Unión Europea, o bien de Islandia, Liechtenstein, Noruega o Suiza. Cuando los miembros de una familia viajen juntos, cada uno debe tener su propia tarjeta.
Cada país es responsable de fabricar y distribuir la tarjeta, siempre gratuita, en su propio territorio, y pone las normas en cuanto a la validez de la misma. En algunos países, como Noruega o Suecia, puede pedirse por SMS; mientras que en Austria, Chequia, Italia, Suiza y, desde 2010, los Países Bajos, se expide automáticamente a todas las personas aseguradas.
En España no es tan fácil. Se puede solicitar a través de la Sede Electrónica de la Seguridad Social, sin necesidad de disponer de certificado digital.
No obstante, en la página se informa de que en algunos supuestos no se puede solicitar a través de la página, aunque no se especifica en cuáles. En tal caso, el viajero deberá acudir a un centro de atención de la Seguridad Social (CAISS). Según dicen, una vez pedida, ésta se enviará al domicilio del titular en un plazo no superior a 10 días.
Según el Eurobarómetro de 2010, los europeos no siempre saben qué es la TSE, a pesar incluso de poseerla. En España hay cerca de dos millones de tarjetas emitidas. Un 26% de los encuestados respondieron que tienen la TSE, cuando en realidad la posee el 37% de la población.
El 68% de los encuestados dijo que nunca habían oído hablar de ella y no sabían nada al respecto. Quizás después de esta campaña, la cifra se reduzca.
**Publicado en "EL MUNDO"