La medicina del siglo XXI. Problemas nuevos, sin comparación con los pasados, como es el caso del cáncer. Nadie duda que la mejora en sanidad discurre por el camino de la medicina predictiva y personalizada, donde las tecnologías de la información se integren de forma sencilla y la aplicación de algoritmos matemáticos (Inteligencia Artificial) sean el pan que cada día pueda salvar vidas y evitar patologías a pacientes predispuestos. Gracias a los Fondos Tecnológicos (Feder) de la Unión Europea y al Centro de Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), el proyecto TradionP acaba de arrancar con el objetivo de lograr una herramienta que simplifique la predicción de patologías cancerígenas y la selección de terapias específicas y apropiadas para cada enfermo. Cuenta con un presupuesto de 7,5 millones de euros y una duración de tres años en los que trabajarán codo a codo organismos públicos y privados como Indra, Althia y Lorgen, los dos hospitales universitarios de Granada (San Cecilio y Virgen de las Nieves), el Registro del Cáncer (Escuela Andaluza de Salud Pública), la Red de Bancos de Tumores de Andalucía, Genyo, y el Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia. Su aportación: construir un prototipo, un sistema experto predictivo, apoyado en una base de datos de los pacientes que «integre toda la información digitalizada de un paciente en varias escalas desde la microscópica a la personal», explica José Costa, cofundador de Althia y asesor científico. En esta fase inicial lo prioritario es establecer con los patólogos qué tipo de información se debe recoger para crear la base de datos, «los cimientos», como los define Juan José Cubillas, ingeniero de sistemas de Indra. El punto de partida es el estudio retrospectivo de los historiales de 1.000 pacientes de Granada con cáncer de mama, colorrectal y pulmonar. La siguiente etapa concentrará los esfuerzos en añadir marcadores y ampliar el estudio para que de cada paciente haya datos a nivel tisular, molecular, genético, de imagen, clínico y epigenético. «Se harán más pruebas al material genético para luego sacar conclusiones», explica Cubillas. El sistema experto buscará los marcadores que determinan el curso de la enfermedad, para ver qué terapia será la más efectiva, las probabilidades de concurrencia e, incluso, la tendencia a desarrollar un primer tumor. Cuanta más información se añada, más perfecto será el cribado de datos por la Inteligencia Artificial; pura estadística matemática o como lo define Costa: «una herramienta que no tiene escrúpulos, lo mira todo, lo estudia todo. En una misma base de datos se pueden hacer hasta 50.000 combinaciones». Al final, tanto en el tratamiento como en el diagnóstico y la prevención, tan importante en estas patologías, el médico contará con una especie de «gran doctor» o miles de experiencias ajenas, miles de historiales contrastados y completos con los que podrá cotejar y apoyar su propia experiencia, sea ésta como sea. Un centro de excelencia en SaludTradionP es el primer proyecto de Innovación que se lleva a cabo desde las nuevas instalaciones del Centro de Excelencia en Salud Digital Avanzada que acaba de ponerse en marcha en Sevilla. Auspiciado por la multinacional Indra, aspira a convertirse en referencia internacional en I+D+i. En él ya trabajan 190 profesionales, en colaboración con la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, con el objetivo de avanzar en el campo de la medicina personalizada y la teleasistencia, con especial cuidado a la atención a enfermos crónicos, como el «Tratamiento 2.0», sistemas expertos y «datamining» o gestión e integración de la información extraída en diferentes líneas de biotecnología, como las pruebas tisulares (análisis de tejidos) para completar el historial clínico del paciente. Sin olvidar nuevos métodos de implantación para ayudar al sistema sanitario a usar las nuevas tecnologías. **Publicado en "La Razón"