Ataques de Pánico

Por Centro Psiconet

Los ataques de pánico, también conocidos como ataques de angustia o crisis de ansiedad, son ataques repetitivos de miedo ante algo que va a suceder. Es una experiencia muy intensa en la que, sin razón o motivo aparente, empezamos a sentir miedo, angustia y sensaciones físicas como taquicardia, sudoración, adormecimiento de las manos, etc.

Un mensaje de miedo le indica a las glándulas suprarrenales (situadas en la parte superior de los riñones) que existe una emergencia. Estas glándulas son las encargadas de generar la adrenalina y cuándo ese mensaje de miedo llega, un exceso de adrenalina entra en el torrente sanguíneo y la adrenalina hace que el corazón bombee la sangre más rápido.

Los ataques de pánico pueden entenderse bajo la frase de “correr o luchar”, es decir, hace miles de años los ataques de pánico eran una repuesta biológica con la que el hombre se enfrentaba a una situación de emergencia. Ante una amenaza, el hombre tenía dos opciones: correr o luchar, y los ataques de pánico son una respuesta a ambas opciones. Cuando el cerebro percibía un peligro se activaba rápidamente para generar una respuesta. La adrenalina, el aumento de la presión sanguínea y de la respiración, son una respuesta del cerebro para que el cuerpo pueda soportar un posible esfuerzo muscular mayor.

Cómo se inician los ataques de pánico

Como decíamos, algo en nuestro cerebro activa el sistema de alarma (un factor externo o interno) y en ese momento nuestro cuerpo se preparar para “huir o pelear”: aumenta la adrenalina, la sangre se dirige a los músculos principales, aumenta el ritmo cardíaco y la temperatura corporal. Cuándo la persona es consciente de estos cambios corporales, le embargan pensamientos negativos cómo “estoy sufriendo un infarto”, “me voy a desmayar”, “me voy a morir”, etc. Son estos pensamientos los que activan por completo el ataque de pánico que se apodera de nuestro cuerpo, aumentando más la adrenalina y el ritmo cardíaco y provocando también síntomas como mareos o  debilidad en las piernas.

Síntomas de un ataque de pánico

Los ataques de pánico alcanzan su frecuencia máxima al cabo de 10 o 20 minutos y algunos síntomas pueden durar más de una hora. Los ataques de pánico incluyen algunos de los siguientes síntomas:

  • Sensación de mareo o de desmayo.
  • Sequedad de la boca.
  • Molestia o dolor torácico.
  • Nauseas y malestar estomacal.
  • Entumecimiento u hormigueo en las manos, los pies y la cara.
  • Falta de aire o sensación de ahogo.
  • Palpitaciones o aumentos de la frecuencia cardíaca.
  • Dolor o incomodidad en el pecho.
  • Miedo a morirse.
  • Sensación de mucho frío o de mucho calor.
  • Sensación de falta de oxígeno y dificultad para respirar.
  • Sudores en las manos, los pies y las axilas.
  • Sensación de miedo, pánico y terror.
  • Ganas de vomitar.

Cómo evitar un ataque de pánico

Si empezamos a sufrir los síntomas de un ataque de pánico, inmediatamente debemos relajarnos mediante respiraciones lentas y profundas para que el cuerpo elimine poco a poco el exceso de adrenalina. Ser conscientes de qué nos está sucediendo: si afrontamos que es una respuesta corporal y que no es nada grave podremos manejar mejor la situación y hacer que desaparezca.

Es importante eliminar o no fomentar los pensamientos negativos o catastrofistas y para ello debemos mantener la mente ocupada y llenarla de pensamientos positivos. Podemos recurrir a frases tranquilizadoras, mantener la menta ocupada pensando en otras cosas, hablar con alguien, etc. Por último, es importante aceptar las emociones y sentimientos. Muchas veces al intentar reprimir el miedo o el pánico conseguimos el efecto contrario y entramos en un círculo vicioso. Si empieza a notar estas sensaciones, busque un lugar donde se sienta cómodo y a gusto.

Consecuencias de los ataques de pánico

Los ataques de pánico de manera continuada pueden tener graves consecuencias en la vida diaria de las personas e, incluso, hacer que sus vidas estén muy restringidas. Estos ataques de ansiedad pueden provocar:

  • Baja autoestima.
  • Trastornos del sueño.
  • Depresión.
  • Abuso de alcohol o de sustancias estupefacientes.
  • Aparición de fobias.
  • Aislamiento social.
  • Problemas con el entorno.
  • Agorafobia.

En el Centro de Psicología Psiconet disponemos de tratamientos para combatir la ansiedad y los ataques de pánico, puede consultar nuestras tarifas y los diferentes servicios que ofrecemos.