..., y a nuestro cajón de telas y prendas en desuso, pero con posibilidades decorativas. Encontramos un pequeño retal, estrecho y largo, del estampado que usamos en estas sillas, perfecto para nuestro fin, que no era otro que cortarlo en tiras...
..., lo mismo que hicimos con este pantalón de pijama jubilado de una de nuestras hijas.
Tocaba buscar algún tejido calado que sirviera para el aro de madera interior.
Encontramos dos diferentes, justo lo que necesitábamos.
En el otro aro de madera, el que lleva el tornillo, comenzamos a anudar las tiras de telas, además de trozos de encajes y puntillas, que, también habitan en ese cajón del taller...
Tal que así...
La tela de encaje, sin recortar, la colocamos por encima del aro de madera, y sobre ellos, encajamos el otro aro con las cintas ya colocadas. Tensamos un poco la tela, nos cercioramos de que todo esté derecho y en su sitio, y apretamos el tornillo para fijar el trabajo. Es entones cuando le damos la vuelta y recortamos el tejido sobrante.
Pues sí; teníamos muchas ganas de hacer nuestros propios atrapasueños de corte romántico...,
..., y, por supuesto, aire vintage.
Uno se queda en este percherito, y el otro ya veremos, pues en cualquier rincón resulta alegre y decorativo.
No descartamos seguir fabricando atrapasueños; han sido más fáciles de realizar de lo que pensábamos, y muy entretenido eso de ir conjugando colores, materiales y texturas. Además de una forma de lo más creativa de reciclar retales de todo tipo. Y con ellos nos vamos a casa de Marcela Cavaglieri y su "Finde Frugal". ¿Nos acompañáis?