Aún hoy a pesar de los años, cuando me llega el intenso olor del chocolate en Mi cocina resuenan en mi memoria melodías perdidas y sin darme cuenta me escucho canturrear al compás la vieja canción de aquellos juegos infantiles de mi niñez:
El patio de mi casa es particular, que cuando llueve mucho se moja la mitad….Agáchate y vuélvete a agachar….Chocolateeeeee, molinillo, Corre corre, que te pillo…….
Estrofas arropadas por las contagiosas risas, por la miradas de las madres que charlaban al calor de los tímidos y tardíos rayos de sol en los días de invierno, mientras esperaban con paciencia poder darnos las meriendas, pan tierno con onzas de chocolate…..
El chocolate, ése producto que casi sin darme cuenta forma parte de mi vida: aquellas meriendas infantiles, los humeantes tazones de chocolate recién hecho, a la taza para mojar los malagueños tejeringos, que si un “cola cao”, o los novedosos cereales chocolateados, que si una tablita de chocolate con el café después del almuerzo, o unos bombones para celebrar cualquier cosa, qué más da….y no me olvido de las cremosas tartas con chocolate que no suele faltar en mi cocina….
Lo que sí es curioso, cómo que un solo producto, un bulbo llamado cacao, haya dado tanto a nuestras vidas, sabor, olor, bienestar..sirviendo de inspiración para letras y canciones, sin olvidarnos de su influencia en los libros.
Sí, es cierto, el CHOCOLATE, así con mayúscula, también tiene su espacio en la literatura, tan amplio que sin dudarlo puede abarcar montones de libros. Y el primero que me viene a la mente es el ya famosísimo "Como agua para chocolate", de Laura Esquivel, aunque no deben dejar de reconocer que son muchos, muchísimos, los libros dedicados especialmente para niños, en que el dulce sabor del chocolate es protagonista, quizás el más conocido: Hansel y Gretel, La casita de chocolate…..
Pero no se queda atrás el chocolate en el mundo del cine… ¿Qué niño, o sin serlo tanto, no soñó alguna vez con recorrer la fábrica de chocolate de Willy Wonka? La película, Charlie y la fábrica de chocolate, basada en el cuento de Roal Dahl "Charlie y la fábrica de chocolate", donde aunque el cine no se pueda oler ni degustar, niños y no tan niños al ver la película nos relamimos acompañando a un excéntrico Johnny Depp (su protagonista) y sus graciosos Oompa Loompas, los trabajadores de la fábrica provenientes de Lumpalandia
Pero la palabra “chocolate” me traslada a aquella película “Chocolat”, donde igualmente el singular actor Johnny Depp, es coprotagonista junto con Juliette Binoche, una repostera que inaugura una chocolatería repleta de dulces capaces de despertar los ocultos apetitos de los habitantes del pueblo, de quienes acaba ganándose el aprecio de tan peculiares vecinos, mientras éstos caen en la golosa tentación del chocolate.
O ésa famosa frase en la trilogía se ciencia ficción Los Juegos del Hambre que dice así: “Lo llaman chocolate caliente, me dice Peeta, Está bueno. Pruebo un trago del líquido caliente, dulce y cremoso, y me recorre un escalofrío. Aunque el resto de la comida me llama, no le hago caso hasta que termino la taza.”
El chocolate desde que tengo uso de razón, en mi vida estuvo presente para beber, para comer y disfrutar en pastelería, pero también en platos salados de carnes, como éste delicioso CONEJO EN SALASA CON CHOCOLATE que publiqué en Diciembre de 2014
INGREDIENTES PARA DOS PERSONAS:
300 grms. de atún cortados en filetes, un vaso mediano de vino dulce de Málaga, una cebolla blanca (tipo cebolleta), 4 onzas de chocolate negro al 70% de cacao sin azúcar, pimienta negra, sal y aceite de oliva virgen extra.
Puré de patatas: Dos patatas medianas, sal, agua para hervir y aceite de oliva virgen extra.
Champiñones salteados: 6 Champiñones, sal y aceite de oliva virgen extra.
LOS PASOS A SEGUIR:
Pelar las patatas y ponerlas a cocer con agua y sal hasta que estén blandas. Retirar del fuego.
Limpiar los champiñones con un paño y cortar en finas láminas. Reservar.
Pelar y picar la cebolla finamente y en una cacerola cubriendo el fondo con aceite de oliva virgen extra pocharla a fuego medio, hasta que comience a dorar, con cuidado de que no se queme.
Incorporar el atún a la cacerola, volver a poner ésta en el fuego y dejar cocer un minuto por cada lado del filete de atún. Retirar y reservar caliente.
Colocar el atún con la salsa en el plato, acompañar de puré de patatas y champiñones a la plancha.