Los usuarios comienzan a perder el temor a las ventas a través de internet. Un mayor control de seguridad y una ampliación de los medios convierten el “e-commerce” en un negocio en alza
MUNDO.-Los datos lo confirman. En España, por ejemplo, las ventas a través de Internet crecieron un 16,3% durante el primer semestre de 2012 hasta alcanzar una facturación de más de 5.000 millones de euros. De esta forma, se demuestra que el comercio electrónico empieza a ser un medio a tener en cuenta en un futuro no muy lejano. Las ventajas son múltiples. Evitar el desplazamiento a las tiendas, un mayor surtido de productos y, sobre todo, obtener dichos productos a precios más bajos. Parte de culpa de esta tendencia la podemos encontrar en la crisis, en el trabajo desde casa, o en el incremento del número de hogares unipersonales y las nuevas tecnologías que han cambiado los hábitos de consumo. Pero no es menos cierto, que las empresas empiezan a ver en Internet un escaparate mundial que pocas campañas de publicidad en otros medios pueden alcanzar. Es común encontrar campañas promocionales de grandes compañías en foros, webs y blogs, y cada vez más usuarios acceden a estas promociones a través de los sitios visitados. Según las previsiones, en 2016 el comercio 'on line' crecerá un 50% en todo el mundo en el apartado de ventas al detalle y alcanzará los 1.000 billones de dólares, por lo que las compañías hacen cada vez más incursiones a la publicidad en esta nueva realidad, apostando por el pago a través del móvil y por la promoción a través de las redes sociales. Algo muy importante ha sido la pérdida de desconfianza por parte de los usuarios a las promociones a través de las webs y las redes sociales. Esto, en un mundo cada vez más tecnificado y socializado por medio de la Red, es vital para la economía. De ello se benefician los usuarios en primer lugar, que obtienen grandes promociones a precios muy reducidos, las compañías que publicitan al obtener un canal masivo de distribución de sus productos, y los sitios que alojan el contenido publicitario. En definitiva, una realidad cambiante en la que todos los actores implicados buscan un objetivo común, garantizar la calidad del producto, fidelizar al cliente y crear un medio seguro y eficaz para el comercio.