Autismo y Rabietas

Por Ishtar_paddy


La sensación de exclusión que sentimos los padres de niños con autismo de las actividades comunales y familiares porque nuestro hijo o hija presenta un comportamiento diferente es profundamente desolador y abrumante; sobre todo si es un niño con poca tolerancia que reacciona con rabietas  a  la exposición de situaciones nuevas o sencillamente diferente a la rutina cotidiana.  Tal situación, a veces los obliga a un aislamiento social voluntario pero igualmente doloroso y agobiante. 

Debemos prestar atención cuando se desencadenan, apuntar que era lo que estaba haciendo, si quería algo y no se lo dimos, si se había caído, si habíamos cambiado la rutina, si estaba enfadado, cansado... Todo lo que pueda ayudarnos a ver que es lo que desencadena las tormentas.

Recuerde que los cambios de ambiente los estresan, es parte de su condición.




Las crisis por una sobrecarga sensorial son muy comunes en lugares públicos, particularmente en los supermercados o algunas tiendas. Hay muchos estimulantes sensoriales en un supermercado u otro lugar público.

Luces fluorescentes y luces brillantes que pueden parpadear o hacer un zumbido muy molesto para las personas con autismo
Las variaciones de temperatura con zonas frías cercanas a las heladeras o congeladores y templadas cerca de la panadería pueden ser irritantes
Los olores. Los productos de pescado, carne, panadería y los pollos emiten olores que pueden ser incómodos para un niño o persona con autismo
Olor a otras personas – otros compradores pueden usar perfume o el olor corporal
Ruidos -grandes multitudes ruidosas, anuncios de altavoz, cajas registradoras, otros ruidos inesperados desconocidos y abrasivos, música de fondo.
El ruido del aire acondicionado
La proximidad de las personas en los pasillos, chocando con la gente, haciendo cola para pagar los artículos.
Las personas con diferencias -a veces los niños con autismo pueden no entender a las personas con diferencias y puede querer hacer comentarios al respecto muy fuerte- ¿por qué ese hombre es gordo?, ¿Por qué esa señora tiene una sola pierna?, ¿por qué ese chico está en silla de ruedas? Ese bebé es muy raro, etc.

Consejos para evitar estas crisis 

Evitar algunos pasillos en particular -por ejemplo, el pasillo de los juguetes

Evitar ciertas tiendas es también una buena idea.
Ser firme con el niño y recompensar el buen comportamiento
Tener una distracción en la cartera, o utilizar un sistema de recompensas en el que el niño pueda escoger la opción que desee como una recompensa después de ganar los puntos suficientes
Manténgase firme. Los niños con autismo tienen que saber que no siempre pueden tener lo que quieren.

Rabieta y crisis 

 Mantenga la calma. Este es el aspecto más difícil de manejar en una crisis. Su hijo lo necesita para estar tranquilo ahora más que nunca

Hable con voz firme y suave. Si el niño está sobrecargado una gran voz sólo servirá para aumentar la confusión. Una voz firme y suave puede proporcionar al niño algo en qué centrarse y comodidad.
Use pocas palabras – hablar demasiado, no ayudará al niño, sólo lo sobrecargará más
Use el nombre del niño. Diga: “Basta. Ponte de pie. Tiempo de ir”
Llevarlo de la mano, o del brazo si es necesario y caminar con firmeza pero con calma, alejarse de donde está teniendo la crisis. Puede que tenga que salir del centro por completo.
Busque un espacio seguro -los niños necesitan un lugar fresco y oscuro o familiar para calmarse.

Enfriamiento -asegúrese de que el niño no se haya sobre calentado o deshidratado, el sobrecalentamiento y la deshidratación pueden causar o exacerbar la situación.

Ignore a los demás. Los miembros del público miran, hacen comentarios que en general son poco útiles. No haga caso. Puede usar tarjetas de toma de conciencia del autismo que digan: ”Por favor disculpe el comportamiento de mi hijo que él / ella tiene autismo”
Recuerde que todo comportamiento es un intento de comunicación – que podría significar:

Sobrecargado

Aburrido
Frustrado
Dolor o malestar

 Lo más recomendable es ignorarlo hasta que se tranquilize (todo el que esté a su alrededor), y evitar que esté expuesto a nada con lo que se pueda auto agredir o lastimar. Háblele siempre con firmeza (si le dijo que NO, es NO). El hablarles con firmeza no los va a dañar o a lastimar, al contrario, reforzará el hecho de que la conducta que están teniendo no es adecuada. No le diga que no, para luego complacerlo y así,él logre calmarse. 

El uso de pictogramas,ayudará al niño o niña,a captar mejor la idea de no hacer la rabieta,sobre todo en niños con lenguaje escaso o nulo.