Auto-Humillación: Un ataque a nuestra identidad

Por Psicologosmalaga @AnsiedadMalaga

Siempre que hablamos de humillación solemos poner el foco en los demás. Cuando nos sentimos humillados, nuestras emociones están llenas de connotaciones negativas que producen un sentimiento de poca valía hacia nosotros mismos; generando vergüenza, tristeza, ira e incluso culpa.

En este artículo me gustaría hablaros de cuando nos infringimos daño a nosotros mismos.Puede resultaros extraño leer que una persona pueda hacerse daño hasta tal punto de dañarse emocionalmente e incluso perderse el respeto; pero es mucho mas común de lo que crees; en casa, en el trabajo, con los amigos e incluso con la pareja, en cualquier ámbito de nuestra vida nos podemos generar emociones tan dolorosas.

La humillación es un estado emocional negativo que deja una profunda huella en cada uno de nosotros.

¿Qué nos lleva a infringirnos ese daño?

Podríamos decir que son muchos los factores que influyen en que una persona se humille o permita que los demás lo hagan. Lo primero que debemos mencionar es que este tipo de personas presentan una problemática determinada como, por ejemplo: miedo a estar solos, al abandono, dependencia emocional, sentimientos de poca valía personal, diálogo interior negativo, baja autoestima entre otros.

Necesitamos de una constante aprobación por parte de personas que incluso pasan por nuestra vida sin quedarse. Este miedo se extiende incluso a las relaciones de pareja y al trabajo. Las personas que se auto-humillan suelen ser muy críticas consigo mismas. Este auto-sabotaje genera ansiedad, angustia, incertidumbre e incluso sentimientos de tristeza.

¿Por qué lo hacemos?

Veamos algunos indicadores de porqué lo hacemos.

  • Necesidad de ser aceptado o miedo al rechazo: Los seres humanos somos seres sociales y por ello necesitamos del contacto con los demás. Necesitamos afecto, cariño, sentirnos queridos por los que nos rodean y por ende en todos los ámbitos de nuestra vida social, laboral, y familiar. Y cuando no lo conseguimos tendemos a auto humillarnos.
  • Protección: Cuando una situación es amenazante para una persona ésta puede decidir humillarse para salvar su vida. Por ejemplo: atraco, atentado, violación…
  • Trabajo: En el ámbito laboral es donde solemos pasar más horas a lo largo del día. Siempre ha sido un factor importante tanto socializador como facilitador del sustento y dónde sin darnos cuenta o de manera intencionada lo hacemos para no perderlo.
  • Pareja: La necesidad de vivir en pareja bien por dependencia emocional o miedo a la soledad, son algunos motivos que pueden llegar a que una persona acepte humillaciones por miedo al abandono. Algunas personas estarían dispuestas a hacer lo que fuera por no perderlas.
  • Familia: La familia es el primer grupo donde nos socializamos y para muchas personas su circulo vital mas importante. Además de por la aceptación y por el miedo al rechazo uno puede dejarse humillar por sus familiares.
  • Independencia económica: Una persona que no tiene independencia económica puede ser víctima de humillaciones; esa falta de independencia le impide cortar de raíz con la relación, a pesar de estar sufriendo maltrato.

¿Cómo poner fin a la Auto humillación?

Cuando estamos ante algo que sentimos y pensamos no es fácil cambiarlo repentinamente, pero sí podemos entrenarlo y trabajar en ello; te sorprenderá el resultado. A continuación, encontrarás pautas a tener en cuenta.

1.-Acepta los problemas: debemos aceptar que no todo lo que ocurre es culpa nuestra.

2.-No controles todo lo que está a tú alrededor: demos admitir que no todo está bajo nuestro control y no es nuestra responsabilidad.

3.-Trabaja en tus errores: necesitamos prestar atención a nuestros errores diarios pues es el primer paso para poder solucionarlos.

4.-Aléjate de personas negativas: quédate siempre con quien valore tus esfuerzos, quien te apoye en los peores momentos y se ría en los mejores.

5.-No te compares: conócete, acéptate y agradece siempre lo que tienes.

6.-Deja de ser tan crítico contigo mismo: la crítica negativa genera emociones desagradables, frustración y sentimientos de poca valía.

Pensamientos negativos

Mención especial merecen los pensamientos negativos y la baja autoestima, pues son los causantes de esta auto humillación. Pensar mal de nosotros mismos nos genera rechazo, culpa, enfado, sentimientos de poca valía, ansiedad, estrés e incluso depresión.

Intenta ser menos crítico contigo mismo y no querer tenerlo todo bajo control. La clave está en conocernos y valorarnos, en no darle mas valor a la opinión ajena que a la nuestra propia. Se trata de cuidar nuestra autoestima para que en los momentos de duda seamos capaces de confiar en nosotros mismos.

Para ello es súper importante cuidar nuestro diálogo interior, la forma en la que nos hablamos a nosotros mismos. ¿Nos decimos cosas bonitas, palabras alentadoras? O por el contrario “qué tonto/a soy”, “todo me sale mal”,” soy un desastre” … Este diálogo interior nos puede llenar de positividad   o de negatividad y con ello sentirnos autorrealizados o llevarnos hasta el autosabotaje.

La importancia de un diálogo interior saludable

Lo que condiciona como te sientes y como actúas no son las situaciones que te rodean sino como tú interpretas esas situaciones.

El diálogo interno son discursos que vienen acompañados de carga emocional y pueden ser positivos o negativos. Como ya has visto la forma en la que te hablas a ti mismo influye en como te sientes, y cuando tus pensamientos son frecuentes se convierten en creencias arraigadas, y esto puede jugar a tu favor o en tu contra. Si contantemente piensas “no lo voy a conseguir”, al final lo creerás y terminaras abandonado y sintiéndote mal. Por ello la importancia de cuidar el diálogo interior.

5 Pautas que te ayudarán

A continuación, cito algunas pautas que te ayudarán a conseguirlo:

1.-Momento consciente: Observa y pon atención a tus pensamientos, identifícalos y reflexiona sobre ellos. Puedes ayudarte de la respiración y/ técnicas de mindfulness.

2.-Acepta tus pensamientos: No intentes rechazarlos, ignorarlos o evitarlos.

3.-Usa la lógica: De verdad soy un inútil por no haberme dado cuenta de ese detalle.

4.-Utiliza tu cuerpo para cambiar tu estado emocional: Sal a caminar, a correr, haz deporte…

5.-Practica visualizaciones diarias: Imagínate las situaciones en las que se ha disparado tu diálogo interior negativo, y revívelas con un diálogo interior positivo, reevalúa. Imagínate seguro de ti mismo, relajado y feliz.

Por lo tanto, es importante que empecemos a tener un diálogo más asertivo y constructivo con nosotros mismos que nos genere emociones agradables y positivas y nos aleje de la autocrítica negativa. ¡Eres lo que piensas!

Recuerda que toda la vida estaremos con nosotros mismos y aunque sólo sea por eso nos debemos cariño y respeto.

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