Autoayuda vende más que autoculpa.

Por Saval

Publicado por Álvaro Saval

Tienes cáncer porque tienes una mala relación familiar. Te mueres porque tienes un carácter negativo frente a la enfermedad. La depresión busca gente como tú. No encuentras empleo porque no eres empleable. Te han despedido porque no tienes actitud positiva. Tus familia de hace tres siglos explica que hoy te hayan violado. Tu hijo es un desastre porque no le das suficiente amor. Eres poco resiliente, deberías soportar el paro, el sida y que te haya abandonado todo el mundo con mejor humor. El desahucio te permite salir de tu zona de confort.

Igual es un poco brusco todo esto. Los libros tienen un mejor marketing que yo y suelen encontrar formulaciones más poéticas. Pero la generación de culpa individual frente a problemas que o bien son sociales o bien son de salud es una conducta que debería ser criticada a diario. Enaltecimiento de algo, de lo peor del ser humano. De hacer creer que la gente tiene malas vidas porque quiere. Y que con un poco (o un mucho, me da igual porque es mentira) de fuerza de voluntad y esfuerzo los problemas desaparecerán y la felicidad invadirá todos los rincones de la casa. Bueno, quien dice casa, dice mansión con piscina porque ya que puedes tener lo que quieras al menos que esté bien.

Hay cosas que no tienen solución, otras que tienen solución pero no la podemos alcanzar, otras en las que la solución depende de gente que no tiene interés en arreglarlo y otras en las que sí, la solución está en nuestra mano. Aunque quizá no sepamos cómo hacerlo. Lo mismo sucede con los problemas. Algunos pueden ser provocados pero la mayoría llegan a nuestra vida. Y la mayor parte de los que nos "provocamos" no lo hacemos con la intención de jodernos la vida. Simplemente se cometen errores. Crees que el negocio irá bien, que podrás pagar la hipoteca, que tu pareja cambiará, que la familia siempre estará ahí o que comer tanta grasa no te afectará. Qué curioso, estos ejemplos de "optimismo" pueden acabar muy mal.

Nos pasan cosas. Algunas bajo nuestra responsabilidad, otras por lo que hacemos, otras simplemente ocurren. Y ante lo que va pasando vamos reaccionando. Algunas veces con sufrimiento, con desaliento o desesperanza. Porque hay cosas que no tienen "parte buena". Luego, eso sí, de todo se pueden sacar lecciones o cambiar nuestra manera de vivir. Claro. Pero la gente tiene derecho a sufrir. Y cuando una panda de ricos con vidas acomodadas quiere hacer sentir culpabilidad a alguien por sus desgracias, habría que...