Autoestima: qué es y cómo mejorarla, sin pajas mentales

Por Kheldar @KheldarArainai
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A la hora de disfrutar de una vida sexual, sentimental y social que sean sanas a todos los niveles, pocas cosas hay tan malas como una autoestima deficiente. ¿Te suena familiar esta idea?

Puede que la hayas conocido como autoestima baja, pobre, errada o condicionada a los resultados.

Todas ellas son distintas manifestaciones del mismo asunto: una valoración personal más destructiva que constructiva. Y es un asunto que no puedes dejar desatendido.

Comencemos por conocer mejor el concepto de autoestima

Cabe recordar que la autoestima es prima hermana del autoconcepto, del autoconocimiento y de la autoexpresión (o “yo social”).

Estos son los cuatro aspectos fundamentales de tu identidad (o mejor dicho, del “Self”, que es como se lo conoce en psicología). Y son precisamente lo que más trabajo en mis Comunidades de Aprendizaje.

El motivo es bien sencillo: sin una identidad clara, te pasas la vida comiendo mierda.

Por eso en la mayor parte de la industria de la autoayuda se atenta contra tu ego y tu autoestima.

Si te hacen dudar de ti, y más aún, si logran hacerte sentir inferior e infeliz… Te cazaron.

¿Hay algo más allá de la autoestima y los otros conceptos del Self?

Sí que lo hay, sí… Y te lo comento con una advertencia.

No hay que confundirlos con la conciencia de uno mismo, que es lo que nos permite reflexionar sobre nosotros mismos y reconocernos como individuos.

Esta conciencia de sí se basa en cómo percibimos y comprendemos cuestiones tales como nuestro cuerpo, entorno, motivación, emociones, deseos, carácter o estilo de vida; entre otras.

¿Y tienen alguna relación la conciencia de sí y la autoestima?

¡Por supuesto! La conciencia de sí se nutre de las cuatro facetas del Self, de hecho.

Tanto la autoestima como el autoconcepto, el autoconocimiento y la autoexpresión añaden descripciones y evaluaciones (a veces innatas y a veces basadas en nuestras experiencias) que nos ayudan a complementar nuestra conciencia de nosotros mismos.

Hay una diferencia de contenido marcada entre la descripción, que es cognitiva y descriptiva (por ejemplo: “soy bueno conduciendo coches”); y la evaluación, que está basada en opiniones y valoraciones (por ejemplo: “me encanta conducir rápido porque soy un piloto genial”).

¡Un paso importante para hacer crecer nuestra autoestima es comprender y nutrir los demás aspectos del Self!

Pongo por ejemplo lo más complicado de lograr: las distinciones sutiles.

Tomemos por ejemplo la comparación entre autoconciencia y autoconocimiento.

La diferencia entre la conciencia de sí y el autoconocimiento es que la primera se refiere al grado de consistencia, definición y aplicación inmediata que tiene el segundo en nuestras actitudes y nuestra disposición.

Parece sencillo, ¿sí o no? Pues no lo es tanto si no te lo dicen a bocajarro.

Así que vamos a simplificarlo todavía más.

En cristiano: autoconciencia es lo que haces en tu día a día con tu autoconocimiento.

Buen ejemplo de ello sería decir que te dedicas a leer blogs como el mío e inscribirte a congresos virtuales en busca de inspiración y consejos.

También lo sería decir que te da por comprar y aprovechar productos y servicios de pago; y que lo haces porque sientes que te ayudan profundizar en tu identidad y vivir una vida mejor en algún sentido.

O incluso decir que te apuntas a clases de baile, de artes marciales, de deportes y a otras cosas así por tres motivos:

  1. Cuidar de tu salud y no pasarte el día con el culo pegado a un asiento,
  2. Potenciar tu cuerpo y sentirte a gusto con tu aspecto y forma física, y
  3. Descubrir la máxima extensión y expresión de tus capacidades y recursos personales.
Eso es tu autoconciencia: hacer cosas que se relacionan contigo y que te ayudan a ser cada vez más y mejor tú mismo. - Es un sexy tweet. ¡Compártelo!          

Tener claro que todo eso lo buscas por las posibilidades que te abre para encontrar un sentido y un propósito, un lugar donde perteneces, una manera de expresarte y unos valores con los que te sientes afín.

Así que sigue leyendo, porque quiero ayudarte a conseguir este objetivo.

A base de explorarte de maneras saludables, crecen tu autoestima y tu autoexpresión

Cuanto más sabes sobre ti, más fácil es para ti hablar de tu identidad.

La razón es sencilla: tienes todo lo que necesitas saber para poder humanizar tu historia.

Aunque te avergüence compartir algunas partes o no te parezca interesante o deseable hacerlo, tienes una ventaja táctica. Y esa es que ya no te dedicas a esconder pedacitos de ti.

Tampoco es que hagas alarde de ellos… De hecho, simplemente eres abierto al respecto.

Es exactamente lo mismo que el estilismo que escoges mantener: representa y comunica abiertamente algunas de las cualidades que más valoras y mejor te definen. Y lo que es mejor, lo logra sin que tú hagas ningún esfuerzo especial al respecto.

Y hablando de esto, creo que va siendo hora de que tratemos algo importante.

Si quieres mejorar tu autoestima, ¡ponle mente fría!

No hagas tonterías parciales o limitadas como contratar a un estilista, a un coach de seducción, a un mentor de negocios o alguien por el estilo.

No lo hagas, al menos, hasta que hayas trabajado primero en ganar conciencia y claridad sobre tu identidad.

En prácticamente el 100% de las ocasiones que contrates a alguien porque vas por la vida cagando prisas, tan sólo estarás poniéndote un parche. No se puede tener el resultado sin el proceso.

Intentarás mil métodos y mil estilos. Mil formatos de presentación. Mil estrategias de venta y de ligue.

Y te comerás los mocos.

Por supuesto, tendrás éxitos esporádicamente. Todos ellos fruto de la única cosa útil que harás al recurrir a estos parches, que es EXPONERTE A LA VIDA.

Aunque te aseguro que con exponerse sin más no alcanza. Hay que exponerse juiciosamente.

Observa esta progresión y dime si tiene sentido para ti

En los eventos “Emprender Online”, comenzamos pasando del miedo a la acción, de la acción a la magia y de la magia al éxito. Dicho así casi parece que te esté diciendo que basta con tomar acción, pero no es el caso.

Antes de lanzarnos a actuar a ciegas y tratar de perder el miedo a capones, preferimos hacer otra cosa. Nos comprometimos con nuestros valores y nuestra visión, y tratamos de demostrarlos tan abiertamente como podemos.

A raíz de este compromiso vimos ocurrir la magia: despegaron nuestros proyectos personales. Y por movernos en el mundo a base de honestidad, hemos logrado el ansiado sueño de vivir de ellos.

Y este es el ejemplo que queremos dejarte.

Si quieres pasar de un miedo y una carencia a la acción consciente, el éxito sostenible y la mejoría de tu situación, ¡apuesta primero por ti!

A nosotros nos ha ido bien haciendo esto por una simple razón.

¿Te la cuento?

Fue porque no nos hemos saltado el primer paso, que es conocerte, aceptarte y expresarte.

Y mejor todavía, nos revisamos constantemente y hacemos inventario de las cosas que puedan estar cambiando.

Claro, que para ello, hay mil formas de conseguirlo.

Estas son algunas de las formas en que puedes trabajar tu autoestima y el resto de facetas del Self

Para no pecar de falsa modestia, dejaré la mía al principio.

En la Comunidad Fluyendo tienes la opción de conocerte mejor, potenciar tus habilidades y recursos, aprender nuevas formas para expresar tu esencia y construir la vida y las relaciones con las que sueñas.

Nosotros trabajamos en tramos de un año y tenemos un grado de compromiso, apertura conexión e interacción con el que no todo el mundo puede:

  • Nos reunimos semanalmente y realizamos conversatorios, laser coaching y otras dinámicas.
  • Traemos nuestras experiencias y nuestras capacitaciones a la mesa.
  • Nutrimos a los demás con nuestros saberes y nos nutrimos de los suyos.
  • Compartimos nuestras decisiones con el resto y nos inspiramos con las suyas.

¡Todo esto sin dictar las decisiones y opiniones de nadie ni tratar de convencerles de ser como nosotros!

Y por eso tiene doble sentido que lo mencione al principio. Ahora bien…

Hay otras opciones más asequibles de entrada para trabajar directamente con el Self cómodamente y a tu ritmo.

Si lo que buscas es una incursión más moderada y cómoda para irte quitando capas a tu ritmo, también tienes alternativas.

Si tengo que recomendar alguna opción para trabajar con el Self directamente… Pues haré lo que siempre he hecho: recomendar alguien de mi plena confianza y a quien conozco personalmente.

Por esto, mi recomendación es el curso de SelfCoaching que creó mi amiga Maria Mikhailova.

De hecho, te invito directamente a que goces del Training Gratuito de SelfCoaching. Será del 10 al 16 de diciembre y constará de 4 lecciones en vídeo.

¡Comienza a trabajar tu autoestima y mucho más con estos vídeos! Eso sí, a partir del 10 de diciembre. 🙂

¿Por qué lo recomiendo si ya tengo lo mío? Pues por sus características únicas:

Aparte de que Masha tiene una sensibilidad excepcional y es de las más auténticas que me he echado a la cara en este ámbito; se me ocurren varias ventajas añadidas.

Por ejemplo, también está Carlos por ahí aportando la plataforma y sus funciones (y espero que cada vez más de su presencia e impresiones, que son co-jo-nu-das).

Además, SelfCoaching tiene algo que no hemos hecho en Fluyendo: 45 módulos con sus correspondientes vídeos explicativos. Esto te permite trabajar a tu propio ritmo y de forma independiente. El foco de Fluyendo, sin embargo, es la interacción contigo.

Por supuesto, SelfCoaching también tiene algo en común con Fluyendo: en SelfCoaching tienes también sesiones semanales de coaching grupal. Esto sería así durante un mínimo de tres meses y un máximo indefinido. Me dijo un pajarito que mientras Masha y Carlos mantengan abierto el curso.

Y una vez que hayas ganado en claridad y en solidez con tu Self, puedes hacer más cositas

Aquí te recomiendo unas cuantas, y espero que tú me digas otras en los comentarios:

  • Apuntarte al gimnasio e ir al menos cuatro veces por semana. Puntúas doble si te animas a aprovechar todas las clases dirigidas que incluya tu cuota al menos una vez al mes.

Como bien sabrás, siempre que estoy estable en algún sitio durante el tiempo suficiente me inscribo al gimnasio y le saco jugo a mi cuota hasta que me grita que la suelte. Por eso es mi primer consejo. 😉

  • Inscribirte en alguna clase de artes marciales a tu elección. Puntúas doble si te ayuda a mantener tus cualidades físicas, psíquicas, emocionales y actitudinales.

Una clase de artes marciales con un buen maestro es un ejercicio de autoconocimiento y de desarrollo de tus valores. En cuanto a pelear, tengo algo muy claro: es mucho mejor saber hacerlo y no necesitarlo que todo lo contrario.

  • Invierte en profesionales que te ayuden a refinar tu presencia en el mundo. Puntúas doble si te haces con aquellos que te ayudan a potenciar tu esencia en vez de venderte sus “arquetipos del éxito”.

Puesto que, efectivamente, hay un momento para contar con personas que te ayuden a presentarle tu mejor versión al mundo de la mejor manera posible.

Y ese momento (al menos para mí) es después de tener bien clarito quién eres, cómo quieres que sea tu vida y qué valores irrenunciables te van a guiar.

¡Ahora que te has trabajado para tener una identidad sólida sí que es interesante contar con coaches y mentores especializados para ayudarte en tu performance!

Si ya te has trabajado lo suficiente, no tendrás una autoestima y un amor propio tan débiles como para dejar que ciertos vendemotos sin escrúpulos te conviertan en alguien que no eres.

Mejor dicho, no podrán convertirte en un ser pusilánime que terminará repeliendo a los demás (ya sean socios, clientes o posibles parejas) por seguir consejos desatinados… Ni mucho menos volverte dependiente de sus servicios.

Por supuesto, esto son las recomendaciones de alguien que tiene los huevos negros por el humo de mil batallas…

Y aunque sea obvio decirlo, cabe recordar que mis batallas no tienen por qué ser similares a las tuyas.

Por otro lado, tampoco quiero ahorrarte ninguna batalla que tengas que disputar para tu necesario crecimiento y sana integración con la realidad de nuestras vidas.

Lo único que está en mi mano hacer es mostrarte tus opciones y recomendarte prudencia.

Como siempre, la decisión te la dejo a ti.

Un fuerte abrazo y nos leemos en la próxima entrada.

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