La corrupción es uno de los problemas más serios que tenemos en nuestra sociedad y, quizás, el reto más importante que debemos superar como país para convertirnos en uno moderno y avanzado.
Los altos niveles de corrupción que tenemos en todas las esferas del Estado (Regional-Provincial y Distrital), es uno de los factores determinantes que merman permanentemente la credibilidad del Estado, dificultan la gobernabilidad, afectan la institucionalidad y fomentan, entre otras cosas, una peligrosa cultura de informalidad e impunidad.El vecino de a pie – opinó que Cañete y la región de Lima – no es ajena a esta lamentable realidad. En ese sentido, la mayoría coincidió en opinar que es indispensable confrontar a la corrupción frontalmente y exigir la aplicación de una política de tolerancia cero con las autoridades corruptas. “No podemos convivir como ciudadanos, sabiendo que existen en nuestro país, gobernadores, alcaldes y funcionarios púbicos ladrones inmersos en delitos de malversación de fondos, asociación ilícita para delinquir y lavado de activos en agravio del Estado”, comentaron.“No olvidemos que muchos actos de corrupción –sobre todo los relacionados a sobornos– requieren de, por lo menos, dos jugadores. Y si bien las responsabilidades difieren, ambos son necesarios para consumar el acto”, continuaron diciendo.Por ultimo – dijeron que para nadie es un secreto que una autoridad ladrona – haciendo uso de su temporal poder, es quien lidera un sistema ilícito para adjudicar obras de muy mala calidad a dedo a cambio de una “comisión” que cobrara a los consorcios “ganadores”.