Avances en medicina regenerativa

Por Alchavida

Mientras en Estados Unidos se trata al primer paciente con células madre embrionarias, con el objetivo no de curar al paciente sino de evaluar la seguridad en esta terapia experimental, médicos de Palma de Mallorca realizan la primera reconstrucción total de mama con células madre adultas.
Para reconstruir la mama se utilizaron células madre extraídas de la grasa del abdomen y de los muslos; en una segunda fase, un dispositivo de centrifugación aisló, purificó y preparó las células madre con capacidad regenerativa; el objetivo de las células madre es evitar que el implante de grasa que se pone no se reabsorba y el pecho mantenga intacto su volumen. Hasta ahora esta técnica se había limitado a pacientes incluidos en un ensayo clínico. De hecho, el Hospital Gregorio Marañón de Madrid está a punto de publicar sus resultados con 70 pacientes. En Palma de Mallorca sostienen que el ensayo clínico no es necesario, pues se trata de un procedimiento seguro.
Pero quizás lo más esperanzador esté en el uso de células madre inducidas (iPS). Hace tres años, el descubrimiento de Yamanaka transformó células adultas en células madre pluripotentes, como las embrionarias. Pero el camino al uso médico de las células iPS estaba cerrado por un obstáculo: el modo de obtenerlas las hacía peligrosas. Las células iPS, a diferencia de las células madre adultas, tienen la misma potencialidad que las embrionarias; pero proceden de células diferenciadas de un organismo adulto. Por eso se pueden sacar del mismo paciente y usarlas para regenerar un tejido sin riesgo de rechazo por incompatibilidad genética.
Hasta ahora, la reprogramación de células iPS era por medio de vectores víricos, que podían provocar cáncer y causar efectos imprevisibles. Ahora, los investigadores de Harvard tomaron células humanas de la piel y las convirtieron en pluripotentes reprogramándolas con ácido ribonucleico mensajero (ARNm).Así evitan los peligros de utilizar virus y obtienen un rendimiento mucho mayor. De hecho, con vectores víricos se conseguía reprogramar entre una de cien mil y una de diez mil células adultas iniciales. Con ARNm la productividad es del 1-4%.