Hoy os dejo una receta de bacalao que tenía guardada desde este verano, y por temor a que se me pase de caducidad :-), la comparto con tod@s vosotr@s antes de que pase a formar parte de mi repertorio de guisos.El bacalao es uno de los pescados que más me gustan, ya que tiene un fantástico sabor, así como una jugosidad y textura especiales, pero como comento en la receta, es importantísimo darle el punto exacto a los pescados, ya que si se cuecen demasiado, éstos pierden su sabor, textura y jugosidad y se puede gastar un montón de dinero en un buen pescado, y quedar arruinado si no se está muy atento al punto de cocción.
Ingredientes
- 1 kg. de bacalao
- harina
- 1 cebolla
- 1 pimiento verde
- 1 `pimiento rojo
- 1 puerro (sólo la parte blanca)
- 2 dientes de ajo
- 1 vaso de sidra natural (asturiana)
- perejil
Preparación
- Remojar el bacalao en agua fría 24 ó 48 horas (dependiendo del grosor), e ir cambiándole el agua 3 veces al día, teniendo la precaución de tener el recipiente del bacalao en el frigorífico, pues si hace calor, se puede estropear).
- Una vez desalado, escurrir bien el agua, secar los trozos del pescado con papel de cocina y enharinar.
- Freir en aceite de oliva un poquito (sólo vuelta y vuelta) y reservar.
- En el mismo aceite de freir el pescado, freir la cebolla, pimientos y puerro cortados muy menudos.
- Cuando las verduras estén en su punto, agregar los ajos machacados en el mortero, junto con un poco de sal y el perejil.
- Desleir con la sidra y añadir a la mezcla.
- Agregar el bacalao y cocer el conjunto el tiempo justo hasta que veamos que el bacalao está en su punto. Es muy importante no cocer demasiado el pescado (tener en cuenta que ya está un poco frito). Si se pasa de cocción, perderá jugosidad, sabor y textura.
- Apagar el fuego cuando le falten unos minutitos de cocción y dejar en reposo. Con el calor residual del guiso, se terminará de hacer y se asentarán los sabores.