- Desalar 4 lomos de bacalao en agua durante 36 horas, cambiando el agua 3 veces, cada 8 horas.
- Cortar en láminas tres dientes de ajo y poner en la sartén con abundante aceite de oliva, junto con 1 cayena entera, a fuego suave.
- Escurrir el bacalao, secar bien con papel de cocina y añadir a la sartén, con la piel hacia arriba, durante unos 4´ (depende del grosor, cuando se empiece a separar la piel del bacalao). Darles la vuelta 1´ y retirar, poniendo el aceite en un bol para que se temple.
- Pasar el bacalao y los ajos a una cazuela de barro (con la piel hacia arriba). Añadirle una cuch. de aceite (recogiendo bien del fondo que es donde está la gelatina que ha soltado la piel) . Agitar en círculos la cazuela hasta que vaya espesando, y añadiendo todo el aceite poco a poco, moviendo unos 15-20´. Servir.