Mi abuela nacio en Huete (Cuenca) casi por casualidad y enseguida fue a Olmedilla del Campo, un pequeño pueblo cercano en el que habían nacido sus padres y hermanos. Gente de campo, el único pescado que podían consumir entonces era el que llegaba salado a la pequeña taberna-colmado del pueblo que regentaba su cuñada, bacalao y sardinas arenques. La vida en esa época no era fácil, le pilló una guerra con cinco niñas pequeñas, pero siempre sacó un buen partido de los productos con los que contaba para preparar ricos platos que llevar a la mesa como este. Patatas de la huerta, huevos de corral, bacalao del colmado y por supuesto azafrán manchego. El azafrán D.O. manchego tiene un poder de coloración más grande que el de otras zonas y es mucho más aromático. Mi abuela, como buena manchega, lo usaba en múltiples platos, aunque al poco de terminar la guerra dejó la Mancha, pero eso es otra historia.
La receta me ha llegado hace poco en una reunión en la que se encontraban mi madre y todas mis tías, empezaron a hablar de mi abuela y de los platos que preparaba y enseguida tomé nota. En la cajita ya he publicado otros: mantecados manchegos, mejillones de la abuela Felipa, papartas, tortilla de patatas en salsa verde.
Esta es la receta del bacalao manchego de mi abuela:Seguir leyendo...