Balenciaga, apellido de cuatro sílabas que reúne: la fuerza, la elegancia, el poder y la sabiduría del gran modisto vasco que nació en Getaria (Guipúzcoa) un 21 de enero de 1895.
Su infancia fue testigo de los últimos años del innovador y transformador siglo XIX pero fue en el siglo XX cuando engendró una prometedora carrera que ha dejado huella hasta la actualidad. Cristóbal Balenciaga Eizaguirre, es el nombre completo del artista español más internacional dentro de la moda de la alta costura.
El diseñador se instala en la capital catalana en el año 1935. Debemos recordar que Barcelona, era ya desde principios de siglo, la ciudad y escenario más importante dentro del sector y producción textil de alta calidad. Pero no sólo era conocido el panorama catalán por su industria especializada en tejidos. En el 1920 Lanvin llega a la ciudad y en el 1929 se daba lugar la Exposición; grandes acontecimientos no dejaban de suceder, pero lamentablemente la Guerra Civil (1936-1939) frenó todo este torbellino de cultura y erudición. Y fue en este contexto en el que Balenciaga se vio obligado a trasladarse a París, donde trabajó y cosechó sus grandes logros durante tres décadas.
Foto Credits Vanitatis.com
Por otro lado Barcelona tuvo que recuperarse de unos tristes y negativos años de conflicto y posguerra, pero poco a poco la moda española resurgió de sus cenizas y no sólo la casa Balenciaga volvió a la localidad sino que muchos otros grandes nombres de la alta costura española consiguieron hacerse un lugar en el país y se convirtieron en grandes firmas eternas.
Esta exposición propone al visitante un recorrido por todos estos episodios que forman parte de la historia del arte de la costura y la moda, y a su vez exhibe piezas y creaciones todas ellas realizadas durante este periodo tan cautivador.