Era una de esas mañanas que al levantar la persiana ver el cielo gris y el suelo húmedo suspiras y piensas -¡otra vez lluvia, no por favor! ... ... no falla el gran dilema ¿qué me pongo con este día? Tras unos minutos mirando fijamente mi armario mientras me rasco la cabeza, optó por mi "uniforme" de los días lluviosos. Un vestido que compras a precio mini y es increíble la de veces que lo pones sin cansarte de el. Paseo a Lia, mi carlina-divina , con las Hunter y el paraguas a rastras ¡Pero! al rato el orvallu cesa y parece que el cielo tímidamente empieza a despejarse.
Es hora de cambiar las katiuskas por algo más fresco, siendo mis pretty ballerinas las candidatas perfectas. Y así salgo de casa camino al trabajo.
Horas mas tarde quedo con unas amigas para tomarnos algo, la temperatura ya había subido y notas que la chaqueta empieza a sobrarte, incluso hubieses agradecido que las mangas del vestido fuesen cortas. En cuanto al paraguas me haría más labor de sombrilla y las bailarinas, solo aptas para días nublados, empiezan a hacerme daño... ... este es el día a día en el norte, la parte no- bonita de vivir en un Paraíso Natural que acabas desquiciándote y en ocasiones llegando a utilizar "uniformes". Espero que os haya gustado, en cuanto al look nada nuevo salvo las francesitas ;) Pretty Ballerinas Vestido / dress L&F Trench Zara Bolso / bag Carolina Herrera