Balón intragástrico

Por Gabriel Giner @esaludcom

La obesidad es una de las principales enfermedades del Siglo XXI. El balón intragástrico, también conocido como balón intragástrico, es uno de los tratamientos para la obesidad más populares y efectivos en la actualidad.

Consiste en introducir un globo de silicona médica en el estómago a través de un endoscopio. Luego, se rellena con una solución salina, reduciendo así la capacidad del estómago. De esta manera disminuye de forma notable la sensación de hambre, aumentando la saciedad. El resultado es una pérdida de peso notable en un breve periodo de tiempo.

Por supuesto, para que los resultados se mantengan en el largo plazo es necesario realizar una serie de cambios en los hábitos de vida. El paciente debe comprometerse a seguir una dieta saludable y equilibrada, y a hacer ejercicio físico.

Obesidad

La obesidad es una enfermedad caracterizada por el exceso de grasa en el cuerpo. Los expertos señalan que aumenta de forma notable el riesgo de sufrir patologías de carácter grave en el largo plazo: hipertensión, diabetes, infarto de miocardio, depresión, ansiedad, etc.

En cuanto a las causas de la obesidad, por lo general la enfermedad se debe tanto a factores genéticos como socioeconómicos. Este segundo aspecto responde a nuevos hábitos de vida adquiridos en los últimos años, sobre todo en países desarrollados: sedentarismo, dieta poco saludable, etc.

Síntomas de la obesidad

Respecto a los síntomas de la obesidad, es en la zona abdominal donde más grasa se acumula, tanto en hombres como en mujeres. Esto provoca dificultades para respirar, incluso realizando actividades que requieren un esfuerzo mínimo. Esto puede provocar lo que se conoce como apnea del sueño, es decir, la parada momentánea de la respiración durante el descanso.

Esta enfermedad también da lugar a problemas ortopédicos, tales como lumbalgia o agravamiento de los síntomas de la artrosis, sobre todo en personas de avanzada edad.

Obesidad en el mundo

Desde el año 1975, la obesidad se ha multiplicado por tres a nivel global. En el año 2016, el último periodo del que se tienen datos fiables, alrededor de 1.900 millones de personas adultas tenían sobrepeso, de los que más de 650 millones sufrían obesidad de diferentes grados.

La obesidad también afecta a los más pequeños. En 2016 41 millones de niños menores de cinco años sufrían sobrepeso u obesidad. La cifra era considerablemente mayor en niños y adolescentes de entre 5 y 19 años: más de 340 millones.

¿Qué es el balón intragástrico?

La colocación del balón intragástrico es un procedimiento médico para reducir la capacidad del estómago. Así se ingieren una menor cantidad de alimentos y se consigue la sensación de saciedad de forma rápida.

Este tratamiento para la obesidad está especialmente dirigido a aquellos adultos que quieran perder como mínimo 12 kilos. También se recomienda a pacientes con alguna enfermedad metabólica, cardíaca, o que afecte a su aparato digestivo o respiratorio. En estos casos la obesidad puede ser un factor de riesgo muy importante.

El balón intragástrico es un dispositivo hinchable que se introduce por la boca. Una vez en el estómago, se hincha con una solución salina o suero. Por lo tanto, si el paciente sufre cualquier tipo de accidente, como por ejemplo una caída y se pincha el balón, no hay ningún tipo de riesgo por absorber el líquido.

Este es un método indicado para perder peso, que permite adelgazar alrededor de 1 kilo por semana en caso de pacientes con obesidad moderada o grave. No obstante, es importante destacar que, para que realmente sea un tratamiento eficaz en el largo plazo, es esencial que el paciente adopte unos hábitos de vida saludables.

Una de las grandes ventajas que ofrece este tratamiento para personas con obesidad es que no es necesario el ingreso hospitalario. El procedimiento se lleva a cabo sin incisiones.

Historia del balón intragástrico

Este método se desarrolló a raíz de la observación por parte de un grupo de científicos de los efectos de la pérdida de peso en pacientes con tendencia a la formación de grandes cantidades de bolos alimenticios. La técnica se desarrolló a principios de la década de los 80, mejorando el procedimiento de forma progresiva con el paso del tiempo.

Candidato para el balón intragástrico

Hay una serie de “requisitos” que se deben cumplir para ser un candidato idóneo para este procedimiento. Personas con obesidad de grado I y II, o lo que es lo mismo, cuyo IMC sea mayor de 30.

Además, para la colocación del balón intragástrico, es esencial que las personas hayan intentado adelgazar de manera previa con otras dietas y/o métodos, pero que no lo hayan logrado o hayan sufrido el temido efecto rebote. Este también es un tratamiento recomendado en aquellas personas para las que ganar peso puede suponer un serio riesgo para su salud.

En cualquier caso, es importante que un médico especialista valore cada caso de manera individual, recomendado así el tratamiento que mejor se ajusta a las necesidades y estilo de vida de cada paciente.

¿Cómo se coloca el balón intragástrico?

Es un tratamiento muy sencillo que se lleva a cabo de forma ambulatoria, con una duración aproximada de 15 minutos. Por lo tanto, no requiere hospitalización. Una vez colocado el balón intragástrico, la persona debe llevarlo durante un año como máximo. Cuando haya transcurrido este tiempo, hay que sacar el balón. Para ello, se pincha y se retira mediante la endoscopia.

Fases

  • Inicial: la primera fase comienza cuando el paciente acude a la consulta médica para una valoración. Las clínicas ponen a su disposición a un equipo completo formado por médicos, nutricionistas, psicólogos y anestesistas. Se llevan a cabo diferentes pruebas y mediciones: cálculo del metabolismo basal, índice de masa muscular y corporal, etc. Así, realizan un estudio global para determinar si el paciente puede someterse al tratamiento.
  • Colocación del balón intragástrico: las 24 horas previas a la colocación del balón el paciente debe seguir una dieta previamente pautada. El procedimiento es muy sencillo, se lleva a cabo mediante endoscopia y bajo sedación. El periodo para que el estómago se adapte al dispositivo es de entre 48 y 72 horas. Por lo tanto, durante los dos o tres primeros días se sigue una dieta a base de líquidos. A partir de ahí, se inicia la transición hasta la dieta sólida.
  • Después del tratamiento: el primer mes es muy importante para que el estómago acabe de acostumbrarse al balón intragástrico. Además, el paciente debe acostumbrarse a su nuevo estilo de vida. Es a partir del cuarto mes cuando se empiezan a notar los resultados del tratamiento.
  • Fase final: un mes antes de la retirada del balón intragástrico se empieza a planificar la dieta que el paciente debe seguir los días previos. Una vez retirado, debe continuar manteniendo sus hábitos de vida saludables con ayuda de un nutricionista.

Beneficios del balón intragástrico

El balón intragástrico tiene una serie de beneficios que es importante considerar.

  1. En primer lugar, es interesante destacar que es un tratamiento muy poco invasivo ya que se realiza sin cirugía. El balón gástrico se coloca a través de la endoscopia.
  2. Directamente relacionado con el punto anterior, durante el procedimiento el paciente apenas siente ninguna molestia. Además, la recuperación es muy rápida.
  3. Por supuesto, el balón gástrico mejora de forma notable la salud del paciente porque mejora sus hábitos de vida. Así, además de perder peso, también minimiza el riesgo de sufrir determinadas enfermedades relacionadas con la obesidad y un estilo de vida poco saludable: diabetes, infarto de miocardio, etc.
  4. Las complicaciones de este tratamiento médico son mínimas.
  5. Los beneficios del balón intragástrico también tienen que ver con la autoestima del paciente. La reducción de peso corporal se traduce en muchos casos en una mayor confianza en sí mismo, disminuyendo la ansiedad y mejorando las relaciones sociales.

Desventajas del balón intragástrico

Aunque el balón intragástrico es un tratamiento muy beneficioso para personas obesas, hay una serie de inconvenientes que es importante destacar.

  1. Durante los días posteriores a la colocación del balón, es habitual que el paciente tenga algunos síntomas, tales como náuseas y vómitos. El malestar generalizado también es un indicio común.
  2. Por supuesto, es importante adquirir unos hábitos de alimentación y vida saludables para que la pérdida de peso sea mantenida a lo largo del tiempo.
  3. El balón intragástrico está pensado para aquellas personas que deseen perder entre 15 y 30 kilos. En caso de personas obesas que necesiten una pérdida mayor, deben optar por otros tratamientos.
  4. Los días previos a la retirada del balón, es importante que el paciente se prepare de forma adecuada siguiendo las instrucciones del médico. De lo contrario, el procedimiento puede verse suspendido.
  5. Y, por último, una vez sea retirado el balón, es normal la sensación de vacío en el estómago. Para que el tratamiento realmente haya sido exitoso, el paciente debe tener cuidado de no comer de forma excesiva. Sólo así va a poder adelgazar o, al menos, mantener el peso que ha alcanzado.

Balón intragástrico: contraindicaciones y riesgos

Hay una serie de casos en los que la colocación del balón gástrico no está recomendada: personas que en algún momento se hayan sometido a una operación quirúrgica en el estómago, pacientes que tengan algun trastorno que el equipo médico considere que no es adecuado para este tratamiento y mujeres embarazadas.

Balón intragástricoy alimentación

Una vez colocado el balón intragástrico, el paciente debe seguir una dieta progresiva. Los objetivos a perseguir son dos. Por un lado, que el cuerpo no rechace el dispositivo. Y, por otro lado, lograr una pérdida de peso continuada en el tiempo.

Dieta líquida

Durante las primeras 48 o 72 horas tras el procedimiento, las molestias estomacales son normales. Es por ello que resulta tan importante seguir una dieta líquida. Para evitar la carencia de vitaminas y minerales, una buena opción es consumir helados caseros elaborados con frutas naturales, así como zumos y bebidas isotónicas frías.

Una vez transcurridos los primeros días tras la colocación del balón, el paciente debe seguir una dieta de consistencia líquida durante los cinco días siguientes. Consiste en consumir bebidas isotónicas, zumos e infusiones, además de dos batidos proteicos al día.

Dieta de puré

La semana siguiente ya es posible empezar a consumir alimentos tales como purés y cremas. También lácteos, tales como yogures o batidos.

Dieta blanda

A continuación comienza la fase en la que se empiezan a ingerir alimentos sólidos, aunque evitando aquellos demasiado duros o secos. Una buena opción es ingerir quesos, verduras cocidas, arroz, pasta, etc.

Dieta normal

Y, por último, una vez superadas las fases anteriores, el paciente puede empezar a introducir alimentos sólidos en su menú, siempre de forma progresiva y siguiendo unos hábitos saludables.

El balón intragástrico es actualmente uno de los tratamientos más populares y efectivos a nivel global para reducir peso en personas obesas. Un dispositivo con forma de esfera y fabricado en silicona, un material muy flexible y blando. En prácticamente el 100% de los casos se adapta muy bien al estómago, sin causar ningún tipo de molestia o contraindicación.