BÁLSAMO IMPOSIBLE
Quizás fuera mi bálsamo el olvido,
en caso de que fuera eso posible,
pues se me antoja de lo más horrible,
no recordar a mi Diego querido.
Con estas lágrimas que he vertido,
por las tardes, de forma irremisible,
mantengo aún su imagen bien visible,
pero al fin la esperanza he perdido
Añorado, querido y recordado,
partió a la guerra a hacer fortuna,
el viento nos guardó una promesa.
Ya sabes que su vuelta he anhelado,
vence el plazo de forma inoportuna,
me casan, y mi amado no regresa.