El abandono de las tierras, además de contribuir a la pérdida de superficie agrícola útil, genera un impacto negativo en nuestro medio ambiente, al incrementar el riesgo de incendio, aumentar la proliferación de plagas y generar un mayor riesgo de degradación ambiental y paisajística.
El banco de tierras es un registro administrativo municipal, de carácter público, que facilita el contacto entre los propietarios de parcelas aptas para la explotación agrícola y las personas interesadas en su cultivo.
Los terrenos con capacidad de uso agrícola aportados al banco de tierras pueden encontrarse en estado de abandono o en producción. Tales terrenos se ofertan, principalmente, para su arrendamiento a personas interesadas en cultivar tierras. Los acuerdos entre las partes, sobre los aspectos económicos, el plazo de arrendamiento y otras condiciones, son libres.
El banco de tierras promueve el desarrollo de actividades económicas asociadas a la agricultura. Alternativamente, ofrece la disponibilidad de suelo agrícola a aquellos interesados en crear pequeños huertos (de autoconsumo, de ocio, etc.).
El desarrollo de un banco de tierras permite la creación de oportunidades de ocupación y empleo.
En definitiva, las actuaciones de creación y desarrollo de bancos de tierras tienen como objetivo principal establecer un recurso frente al abandono de las tierras, para generar un impacto positivo en los ámbitos medioambiental, económico y social.
Vídeo: http://www.dival.es/es/medio-ambiente/content/video-informacion-sobre-banco-de-tierras
**Fuente utilizada: www.dival.es